Baño del multitudes de Rubalcaba en Palma en el primer mitin tras el anuncio de Zapatero de no repetir como candidato a la presidencia del Govern en las elecciones generales del próximo año. Los socialistas de Balears rompieron sus propias previsiones y llenaron en Palacio de Congresos del Pueblo Español. Más de dos mil personas acudieron a la presentación de las candidaturas al Parlament y al Consell por Mallorca que contaron un invitado muy especial, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que aparece en las quinielas como 'fijo' para suceder a Zapatero.
«Calma, calma», dijo Rubalcaba nada más subir al escenario el Palacio de Congresos, cuando parte de la militancia comenzó a gritar «presidente, presidente». Rubalcaba, que llegó al escenario tras recibir decenas de besos y abrazos, movía los brazos y sonreía ante los gritos que llegaban del auditorio. La organización del mitin abrió el anfiteatro del Palacio de Congresos y el president Antich, el penúltimo en intervenir, no pudo menos que aludir a la encuesta que ayer publicaba Ultima Hora, cuando vio la sala llena: «Cuanto peor son las encuestas, más gente viene».
Rubalcaba vino a lo que vino, a animar a la militancia a votar, y no dio pistas sobre si aspirará a suceder a Zapatero. Nada dijo durante su intervención, que fue para recordar que el Zapatero que anunció que no será candidato fue «el mejor Zapatero» y nada añadió ante los medios de comunicación: su cordón de seguridad impidió cualquier contacto con los medios y aparentó, en todo momento, normalidad. De lo que se trataba era de hablar de lo que ha hecho el PSOE, de lo que se vota en las municipales y autonómicas y del futuro que el PSOE aún tiene por delante.
Nadie se salió del guión, tampoco Aina Calvo, alcaldesa de Palma y candidata a la reelección; Francina Armengol, presidenta del Consell y candidata a repetir en el cargo, ni Francesc Antich, president del Govern que opta a continuar otros cuatro años más en el Consolat.
Sin salirse del guíon
El 'pacto de silencio' para no hablar de posibles candidatos hasta después de las elecciones se cumplió a rajatabla. Ni siquiera partidarios claros del ministro del Interior, como el propio Antich, se pillaron ayer los dedos con este asunto. El mensaje fue claro: llamada a la movilización de cara a las elecciones del 22 de mayo.
Rubalcaba lo dejó bien claro. «Tenemos que movilizar a la izquierda, no vaya a ser que se quede en casa y la derecha acabe ganando las elecciones». Y otro tanto había dicho antes Antich: «Nuestra batalla es contra la indiferencia, hay que conseguir que la gente que nos vota en las generales, nos vote en las autonómicas y municipales».