La consellera de Medi Ambient de Formentera, Silvia Tur, anunció ayer que ya se ha llevado a cabo la clausura definitiva del vertedero de es Cap de Barbaria que estuvo en funcionamiento hasta 2006 momento en el que entró en funcionamiento la actual planta de transferencia.
Desde la finalización de los trabajos de sellado, que concluyeron el pasado mes de mayo, se ha llevado a cabo una fase de recuperación e integración paisajística del vertedero con la reforestación de la cubierta superior mediante la plantación de vegetación autóctona como pinos, sabinas y matas tal y como se recomendaba al limitar en su mayor parte con terrenos englobados en Xarxa Natura 2000 de máxima protección.
El coste de los trabajos, explicó la consellera Tur, ha supuesto una inversión de 420.000 euros y se han centrado en el sellado del último vaso del vertedero con dos capas de geodren y una de geotextil, elementos sumamente aislantes entre los que se han colocado capas de tierra y áridos procedentes de los excedentes de residuos de construcción y demolición del propio vertedero.
Las obras se han ajustado a los controles de calidad para garantizar la estanqueidad de la masa de residuos enterrada a fin de que no sufran modificaciones que puedan tener incidencias en el medio ambiente. Y en este aspecto, recordó la consellera, el vertedero cuenta con un total de siete pozos de desgasificación y una balsa de lixiviados para recoger los líquidos que se generen en el proceso de descomposición de los residuos.
30 años de postclausura
Las obras de clausura se iniciaron hace casi un año y eran prioritarias para la conselleria de Medi Ambient -explicó Tur-, para ajustarse a la normativa específica de explotación y clausura de vertederos del Real Decreto 1481/2001 de 27 de diciembre», señalando que los trabajos finalizaron a lo largo del mes de mayo y que a partir de ahora, y por un período de 30 años, la entidad explotadora del vertedero deberá hacer un seguimiento del estado del mismo. En este sentido Tur destacó como aspectos o variables importantes son «el control, analíticas y seguimiento de los datos meteorológicos, el control de aguas superficiales, lixiviados y aguas subterráneas, así como la emisión de gases a efectos de impedir cualquier tipo de contaminación en el suelo o en la atmósfera».