Carlos Duarte, investigador del Imedea, Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados en el que participan la Universitat de les Illes Balears y del Centro Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, salió ayer en defensa del biólogo marino Manu San Félix, que denunció los daños del fondeo incontrolado en las praderas de posidonia oceanica en Formentera y acusó al conseller de Medi Ambient del Govern balear, Biel Company de «matar al mensajero sin haber verificado los daños que los fondeos sin control han hecho en Formentera cuando existen tres directivas que obligan a la Govern balear a cuidar y preservar los ecosistemas protegidos».
«Las declaraciones del señor Company son preocupantes, por venir del máximo responsable de la salvaguarda de nuestro patrimonio natural -dijo Carlos Duarte-, y carecen de sentido cuando ataca a Manu San Félix que es la persona que más ha hecho por la protección de las praderas de posidonia en Formentera y cuyo estudios permitieron que las praderas fueran incluidas en la declaración de Eivissa Patrimonio de la Humanidad».
Postura equivocada
Para Duarte que la semana pasada recibió el Prix d'Excellence 2011 por parte del ICES, Consejo Internacional para la Exploración del Mar, por su investigación en el ámbito de las ciencias marinas, premio que se otorga cada tres años y reconoce la investigación de alto nivel realizada por la comunidad científica que mejor contribuya a la conservación y sostenibilidad de los ecosistemas marinos, «la postura de Company es equivocada ya que no hay que generar polémicas sino resolver los problemas existentes».
Para Carlos Duarte lo peor es «el uso que se está haciendo de los datos, un uso totalmente inadecuado, porque la Xarxa de Vigilància creada en 2004 y en la que el Imedea estableció las estaciones de control y metodología de trabajo, no está diseñada para evaluar impactos localizados, como son los del fondo, sino impactos difusos, pues el número de puntos de vigilancia (que son estaciones de unos 20 m2 cada uno) es insuficiente para pretender que puedan detectar cualquier impacto en cualquier punto de la pradera».
Duarte recordó que la única estación que posee el Govern está en un punto del Caló de s'Oli a poca profundidad, entre 4 y 6 metros que no es, además, zona de fondeos, mientras que el Imedea tiene otras tres estaciones situadas en es Pujols, Illetes y en sa Torreta en s'Espalmador que han revelado la pérdida de un 55% de densidad en las praderas de posidonia en Sa Torreta, un 25% en Illetes y hasta un 70% en la zona de es Pujols donde además han desaparecido por completo dos de las tres parcelas de muestreo y una en Illetes», y todo ello por efecto básicamente de las anclas de las embarcaciones que fondean de forma incontrolada.
Por su parte, la organización ecologista de ámbito internacional Oceana cree absolutamente injustificadas las acusaciones contra Manu San Félix, «un investigador y defensor de los ecosistemas marinos reconocido internacionalmente desde hace décadas». EU también criticó ayer al conseller Company, del que dice que «tras sus tropiezos iniciales, ahora se ha superado a sí mismo en torpeza».
Alcaraz: «La posidonia se ha usado como cortina de humo»
El presidente del PP de Formentera, José Manuel Alcaraz, que se reunió el lunes en Palma con el conseller de Medi Ambient del Govern balear, Biel Company, junto a Juanma Costa y el líder del GUIF, Javi Serra, dejó claro que el PP «no se ha adherido a ningún manifiesto» en referencia al redactado por la plataforma Rescat Immediat Posidonia que suscribieron el resto de los partidos «y lo que pedimos es que se dejen de hacer informaciones alarmistas».
Para el presidente de los populares el tema de la posidonia «ha sido utilizado como una cortina de humo por el Consell y así no tener que hablar de los verdaderos problemas de Formentera». Y a continuación aseveró que «se ha hecho mucho en el control de los fondeos con los recursos de los que disponía el Govern y el conseller aseguró que con criterios técnicos la posidonia en Formentera sigue en buen estado por lo que hemos de huir de discursos alarmistas y catastrofistas en plena temporada de verano».