El alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas Agustinet, reconoció ayer que el verano en la zona de Platja d'en Bossa fue «especial y convulso» y señaló que aunque hubiera «más o menos policías, las cosas tan desagradables y extraordinarias que han pasado en algún establecimiento no se podrían haber evitado».
El primer edil se refirió así a los incidentes ocurridos en locales de la zona, el más grave, la muerte del camarero del hotel Ushuaïa, Abel Ureña, a manos de un portero del mismo establecimiento, Paulo César Baptista, que resultó ser un integrante de la Mafia da Noite, de Portugal. «No es un secreto que hemos tenido una serie de expedientes abiertos y a punto de ejecutar, y que ha habido un acuerdo de pleno en el que se instaba a la alcaldía a que no se ejecutara por otros condicionantes económicos», recordó el alcalde sobre la situación irregular de algunos de estos locales de ocio.
Por otra parte, en materia de orden público y limpieza, Agustinet destacó que la temporada «ha ido razonablemente bien, dado el nivel de actividad y de gente que había».
El alcaldehizo estas manifestaciones en su balance de los primeros cien días de legislatura, en el que afirmó que a pesar de gobernar en minoría «la actividad ha sido importante y con la misma intensidad que en los últimos cuatro años». «Esta minoría no se traslada a ningún tipo de paralización, sino que es el equipo de gobierno el que negocia con la oposición para que se puedan llevar adelante las propuestas», indicó.
Entre las cifras expuestas por Agustinet para demostrar la actividad municipal, se encuentran la firma de 575 decretos, más de 130 reuniones con vecinos y empresas, cinco encuentros con la oposición (además de las comisiones informativas) y 16 propuestas aprobadas por pleno.