«Hay que ser austeros y hay que hacer ajustes, pero todos y en todo, no sólo los que cobran un sueldo medio porque si no, no saldremos de esta crisis», explicó Domingo Fernández Veiguela, presidente nacional del Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) durante la presentación oficial de la nueva sede que tiene este sindicato en Eivissa. «Es necesario el esfuerzo por parte de todos, de sindicatos y empleados públicos, pero también de altos cargos políticos. Se tiene que repartir el coste de esta crisis; los políticos son los primeros que deberían dar ejemplo. Había mucho dinero y posibilidades de financiación y entonces se despilfarró; ahora lo estamos pagando. Las cosas están muy revueltas y ya veremos cómo se desenvuelven en los próximos meses».
Sobre los recortes públicos que se están llevando a cabo a nivel autonómico, Fernández Veiguela tiene clara su opinión: «Pienso que se están pasando en algunas cosas. Había 90 liberados sindicales y los han dejado a cero. La figura del liberado sindical está plenamente justificada en su justa medida, esto quiere decir que no haya en exceso, pero pasar de 90 a ninguno no es bueno. Ante posturas tan radicales no nos queda más remedio que vigilar al gobierno autonómico e ir contando las contrataciones de cargos de confianza y asesores», destacó.
Andreu Bou, presidente autonómico de esta unión sindical, señaló que «en Eivissa no sólo estamos para pagar sino para recibir. Me entristece mucho que la administración central y la autonómica traten a Eivissa como una fábrica para recaudar impuestos porque no se corresponde nada lo que se recauda en la Isla con los servicios públicos que tienen los ciudadanos».