Repasar en la hemeroteca las promesas electorales formuladas en campaña por los políticos ibicencos en la última década es un ejercicio deprimente. Y también cruel, porque incumplir promesas le convierte a uno en mentiroso. Parece que algunas de estas promesas simplemente se olvidaron. Otras, peor aún; porque no solo se incumplieron, sino que, con el tiempo, se acabó haciendo exactamente lo contrario a lo prometido.
Rizando el rizo, están las promesas que hacen los dos partidos con opciones de gobernar y que, según estén en la oposición o en el gobierno, se echan en cara mutuamente en un ejercicio de hipocresía que algunos políticos justifican como parte del juego democrático. Finalmente, hay que decir que algunas, muchos años después, van camino de ser cumplidas.
Entre estas últimas, el Parador Nacional una promesa socialista de la campaña de 2004 que tal vez sea una realidad en 2013, si se cumple la previsión. Como contrapartida, otra promesa socialista de ese mismo año que si no fuera porque toca un tema tan sangrante como es la vivienda, sería para echar a reír: el socialista Francesc Antich prometió 20.000 viviendas de alquiler en Balears. En el conjunto del país iban a ser un millón de pisos. Otro mal chiste de ese mismo año: el PSOE promete reducir el IVA en algunos productos. Y otro más, también socialista: un canal digital de contenidos culturales y educativos.
Ya de regreso en las Pitiüses, en la campaña del 2000 el actual diputado Enrique Fajarnés se lanza al ataque. Obras que para él eran prioritarias y que financiaría Madrid si el PP ganaba las elecciones, que las ganó: la rehabilitación del Castillo (años después con el PSOE se inician las obras del Parador), la realización de parque arqueológico de Puig des Molins y la recuperación del Passeig des Moll. Siguiendo con Fajarnés, en la campaña del 2004 hablaba de la importancia de que los complementos de los funcionario de Balears «se equiparen de forma progresiva a los de las islas menores de Canarias». «Durante los próximos meses el Consejo de Ministros regulará mediante un Real Decreto lo que está aprobado por ley», añadió. Mala suerte para los funcionarios de Eivissa, porque el PP, que había tenido ocho años para hacer lo que entonces anunciaba Fajarnés en campaña, perdió las elecciones. El tema de los complementos para los funcionarios es uno de esos temas veteranos que tanto PSOE como PP llevan lustros recriminándose mutuamente.
Desaladora
Otra promesa olvidada. También en 2004 Fajarnés anunciaba una desaladora para Sant Joan. Iba a ser algo más pequeña que las de Santa Eulària y Sant Josep. «Con estas tres infraestructuras se cerrará el círculo que debe poner fin a este problema», dijo.
Más chistes sin gracia. En 2008 el senador Pere Torres Casetes anuncia que llevará al Senado «una propuesta [que él elige como su favorita] para hacer un profundo cambio del modelo turístico». También habla de fingers para el aeropuerto «para que la gente no tenga que ir al avión en autobús», un proyecto aún inconcluso pero en marcha.
José Manuel Bar, hasta hace poco diputado del PSOE, en marzo de 2008: «Queremos aplicar el descuento del 50% a todos los extranjeros extracomunitarios que residan legalmente en las Pitiüses». Otras promesas históricas en saco roto, tanto del PSOE como del PP, son el deslinde de Formentera y la mejora del transporte aéreo.
Para finalizar, una frase de Abel Matutes en un mitin en el Casino de Ibiza el 10 de marzo del año 2000, cuando era ministro de Exteriores: «De nosotros depende continuar trabajando por soluciones de futuro o volver a los incumplimientos y las promesas de siempre»