Directos y concisos. Así se mostraron ayer los 72 alumnos de los colegios Sa Graduada, Sa Bodega, Can Misses, Blancadona, Can Cantó, Sa Real y Mestral, que participaron en el pleno escolar que se celebró en el Ayuntamiento de Eivissa. No en vano, ninguno de ellos dudó ni un segundo a la hora de hacer llegar sus peticiones y sus inquietudes a la alcaldesa, Marienna Sánchez-Jáuregui, que, incluso, tuvo que recurrir a su concejal de Movilidad y Medio Ambiente, Joan Mayans, en más de una ocasión para resolver las dudas de los escolares.
Porque si algo quedó claro de lo visto ayer es que los jóvenes estudiantes están muy preocupados por la movilidad que vive la Isla. Uno tras otro fueron pidiendo soluciones e incluso, aportando ideas a este problema que, como afirmaba Eric, del colegio de Can Misses, «es enorme y se vuelve aún más insoportable durante los meses de verano».
Por eso los participantes mostraron una unanimidad que no se suele ver en los plenos de los políticos. Todos ellos se mostraron de acuerdo en que se debería usar más la bicicleta aunque para eso pidieron que se pusiera en marcha el servicio de bicicletas públicas y que se ampliara el carril bici, como hizo Vicent, quien pidió que «se amplíe el de la calle Pere Francès porque empieza y termina ahí» o Carmen, quien pidió que «llegue hasta Platja d'en Bossa o Talamanca».
En este sentido y ante la gran cantidad de preguntas sobre este tema, la alcaldesa tuvo que recurrir a su concejal, Joan Mayans, quien aseguró ante la concurrencia que «estamos en conversaciones con una empresa privada de Barcelona que está interesada en poner un servicio de alquiler de bicicletas parecido al que funciona en esa ciudad».
Mal transporte público
Otro de los caballos de batalla con los que tuvo que lidiar Marienna Sánchez-Jáuregui fue el del transporte público. La mayoría de los estudiantes valoró muy negativamente cómo funcionan los autobuses, criticando fundamentalmente el precio, los horarios, sus lugares de paso, e, incluso, como afirmaba Álvaro, del colegio Can Misses, que «esperen muy poco tiempo en la parada provocando que si lo perdemos nos echen la bronca nuestras madres».
Por eso uno tras otro pidió que se mejorara la calidad del servicio porque como afirmó Natacha, «son muy útiles, contaminan menos al viajar más gente y no tener que usar el coche y, además, solucionaría el problema del aparcamiento porque no hay que dejar el coche en zona azul».
Precisamente otro de los temas más criticados por los estudiantes fue que cada familia tenga dos y tres coches en Eivissa. En este sentido, Nicolás fue uno de los más críticos asegurando que «no es bueno que haya tantos coches porque se producen más atascos, más gasto en gasolina y más contaminación». Por eso y para que la capa de ozono no siga dañándose, también hubo alguno que sacó el tema de los vehículos eléctricos, como Carmen, alumna de Sa Real, quien pidió a Sánchez-Jáuregui «incrementar los puestos de carga y subvenciones para que sea más fácil comprar uno de estos coches».
Al final todo se decidió con una votación y con la alcaldesa de Eivissa asegurando que «todas y cada una de las propuestas de los jóvenes serán tenidas en cuenta en el futuro». El tiempo dirá.
Soluciones para el problema de la movilidad cargadas de sentido común
Los alumnos que acudieron ayer al pleno infantil asombraron a la alcaldesa de Eivissa ,Marienna Sánchez-Jáuregui «porque demostraron un gran sentido común para poner de manifiesto una de las grandes problemáticas de la Isla como son los aparcamientos».
Tal es así que muchos de ellos ofrecieron soluciones tales como hacer más aparcamientos disuasorios, bajar el precio de las bicicletas, los chalecos reflectantes y las luces de las bicicletas para que la gente se animara más a usar este medio de transporte, hacer que los autobuses sean eléctricos para que contaminen menos, y sobre todo que, como afirmaba Paula de Can Misses, «no se coja el coche para distancias cortas y se vaya andando».