La ejecutiva de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE) condenó ayer que se aireen los «trapos sucios» del partido tras episodios de tensión como los que se produjeron en la asamblea de Vila en la que se eligió a los delegados para el congreso insular. El secretario general, Xico Tarrés, aseguró que les preocupan «mucho» las acusaciones que «se ven puertas afuera». «Todo el mundo tiene derecho a hacer declaraciones, pero no a insultar ni a faltar el respeto», indicó Tarrés, que cree que «trapos sucios hay en todas las familias, en todos los partidos y en todas las empresas», pero no tienen «por qué salir». Por eso advirtió de que «no se dejará pasar todo».
Avanzó que tras la asamblea de Vila solo se ha presentado una denuncia por parte de un militante, pero no quiso desvelar los protagonistas. «Es una persona que se ha metido con otra a nivel público, esto lo ha denunciado la persona afectada; le pediremos que se retracte públicamente de lo que dijo en el medio en el que lo dijo y si no es así se le dará trámite dentro del partido», dijo Tarrés, que remarcó que si esto no se dirime en Eivissa se llevará a Palma y a Madrid.
Se podrían abrir «muchos»
Aclaró que solo se ha presentado una denuncia y por eso se actúa, pero no se hará nada más. «Con lo que pasó en Vila se podrían abrir muchos expedientes, hay que lamentar cómo funcionó esta asamblea por lo que se dijo antes, después y lo que pasó durante; no es un ejemplo, se tiene que corregir y estaremos vigilantes», añadió el secretario general que indicó que si hay un militante que tiene un expediente abierto no podrá participar en el congreso. Sin embargo, matizó que no han hablado de abrir ninguno. «Hay una denuncia y se puede solventar de muchas formas, pero si llega a Madrid y dice que es motivo de expediente ya será más complicado», matizó Tarrés, que reconoció que el proceso precongresual ha comenzado un «poco torcido», pero que no pasa nada porque «se reconducirá». «Son cosas que no son buenas ni para el partido ni para la sociedad, hay que ponerle coto», añadió.
Tras la asamblea de Vila, el exconseller Santiago Ferrer aseguró haber sufrido amenazas de compañeros. El secretario de Organización de Vila, Javier Pina, también lamentó que el sector oficialista quisiera «boicotear» la asamblea y aseguró: «Imagina lo que es oír a Patricia Abascal hablar de Lehman Brothers, que se debe creer que hace esquina con la Quinta Avenida». Tras la reunión de ayer, algunos críticos imaginaron que se quieren condenar las palabras de Pina, pero remarcaron que igualmente fuertes fueron las de Ferrer.
Tarrés propone hablar de lengua
Tarrés reiteró que no está en ningún sector, pero indicó que se debería hablar de cosas como qué postura se adopta ante la lengua. «Hay que saber si se tiene que primar una sobre otra o si tienen que ser iguales, esto marcará la línea del partido», dijo Tarrés, que no ve «dos líneas de pensamiento» y aseguró que los congresos son más importantes cuando se está en la oposición porque hay que decidir «qué perfil» tiene el partido. «Espero que quien gane defienda las ideas socialistas y que lo haga mejor que yo, que no es difícil», añadió Tarrés, restando importancia a que haya varias listas.
Lo más seguro es que haya dos listas en el congresillo que debe elegir a los delegados para el congreso federal, una de ellas de los críticos.
En cuanto a los oficialistas, se está buscando una alternativa al exalcalde Josep Marí Ribas, Agustinet, para la secretaría general, que podría pasar por Albert Marí o Vicent Torres.
Bar dice que es la tercera vía y que está más cerca de los críticos
El exdiputado José Manuel Bar aseguró que él y su grupo representan una «tercera vía» dentro del partido, más allá de oficialistas y críticos. «Existe una tercera manera de vivir la militancia y está protagonizada por gente de todas las agrupaciones y somos una fuerza minoritaria pero significativa», indicó Bar. «Los que han pilotado las últimas derrotas electorales deben dejar paso y no dejar herederos que signifiquen continuismo; no vale con cambiar caras si hay el mismo continuismo»,señaló Bar, que ha visto más «gestos de generosidad» por parte del sector crítico. «A pesar de que ellos son mayoritarios y no me necesitan, tienen ganas de integrar», aseguró el exdiputado, que no ve esta misma sensibilidad por parte de los oficialistas. Eso sí, matizó que no quiere presentarse al congreso y «abrir una tercera brecha en el partido», ni tampoco busca «la silla», pero sí que quieren que se les tenga en cuenta. Lamentó el mal ambiente que hubo en Vila pero cree que «se ha magnificado deliberadamente». Bar será probablemente candidato de los críticos en el congresillo.