El director general d'Ordenació del Territori, Joan Mesquida, aseguró ayer que las posibles indemnizaciones que se pueden derivar de la protección de Benirràs son de las que «más preocupan» al Ejecutivo autonómico de todas las áreas que preservaron los progresistas a través de la ley 4/2008. «Jurídicamente es muy complejo, es un tema muy serio, porque en Benirràs incluso el Ayuntamiento de Sant Joan tiene licencias, aparentemente es suelo urbano con todos los servicios», indicó Mesquida, que aseguró que han hecho una «evaluación de riesgos» de todas las zonas y ésta es de las que más tiene. El director general aseguró que los progresistas «arriesgaron mucho» al proteger Benirràs, porque «no es normal desclasificar suelos con este nivel de ejecución de la urbanización». Precisamente el Govern está trabajando en un decreto para desproteger Benirràs, Punta Pedrera y Roca Llisa con el fin de evitar reclamaciones monetarias.
Contrariamente a lo que se pueda pensar, la situación en Roca Llisa es más fácil, porque no toda el área está desarrollada como suelo urbano. «Hay zonas que sí, otras donde prácticamente no hay servicios y una parte rústica donde no hay reclamaciones», especificó Mesquida, que aseguró que el Consell está intentando llegar a un acuerdo con los propietarios para bajar edificabilidad en todas estas áreas. Preguntado por si en Benirràs será posible proteger algo, indicó que lo que más preocupa son los edificios previstos, un impacto que se está intentando minimizar.
En el caso de Punta Pedrera, indicó que también tiene apariencia de suelo urbano con servicios «relativamente recientes». «Allí es un poco diferente, porque los tribunales anularon una licencia; hay interés por parte del Consell para encontrar una solución satisfactoria, para que no haya que pagar, pero también para minimizar el impacto porque está en una zona emblemática, en primera línea», añadió.
El director general aseguró que las sentencias que se han conocido esta semana y que revelan indemnizaciones poco importantes por rechazar el golf de Cala d'Hort y de un camping en ses Salines no se pueden comparar a Benirràs y Roca Llisa. «En el caso de Cala d'Hort era muy diferente porque es un suelo rústico», indicó Mesquida, que aseguró que el problema es cuando ya es apto para la edificación y se han hecho calles. «Entonces las indemnizaciones pueden ser millonarias», añadió el director general, que matizó también que aunque la urbanización no esté completada se pueden pagar «compensaciones importantes».
Si no hay acuerdo con los propietarios para reducir la edificabilidad se intentará minimizar el aprovechamiento urbanístico y las indemnizaciones. «Intentaríamos no volver al estado anterior de 2007», añadió.