La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio ha informado hoy de la puesta en marcha de un plan de choque para combatir la plaga del picudo rojo de las palmeras, que solo en Mallorca ha infectado 2.400 ejemplares desde 2006.
La Dirección General de Medio Rural y Marino, pondrá en marcha durante los próximos meses este plan de choque para combatir la plaga del «Rhynchophorus ferrugineus» o picudo rojo de la palmera, un escarabajo que amenaza seriamente la continuidad de las palmeras en las islas de Mallorca e Ibiza, ha informado el Govern en un comunicado.
El plan supondrá una inversión de 200.000 euros para el tratamiento de unas 1.000 palmeras y la Dirección General de Medio Rural y Marino tiene previsto conseguir la implicación de los consells y las corporaciones locales para aumentar la alcance de las medidas que deben aplicarse.
El conseller de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio, Biel Company, ha anunciado hoy el plan durante una visita a Llenaira, en el Puerto de Pollença, donde, acompañado por el alcalde de Pollença, Bartomeu Cifre, ha comprobado las tareas de eliminación de las palmeras afectadas en este municipio.
El conseller ha anunciado que la Conselleria asumirá el 50 % del coste que supone la eliminación correcta de cada palmera y su transporte hasta la planta incineradora de residuos que gestiona TIRME y que supone unos 350 euros por palmera.
El otro 50 % deberán asumirlo las corporaciones municipales, cuando se trate de palmeras públicas, o los particulares, si se trata de palmeras de titularidad privada.
Otra manera de eliminar las palmeras afectadas es la trituración, que hace el Ayuntamiento de Pollença.
La Conselleria y el Ayuntamiento acordaron una estrategia de lucha durante el pasado mes de diciembre, que permitió eliminar 79 palmeras afectadas.
Para facilitar el objetivo esencial de destruir los focos de expansión de la plaga, el Ayuntamiento se hizo cargo de destruir el material vegetal, el aspecto más difícil para los particulares, en Llenaira, donde estos restos han recibido el tratamiento adecuado según la normativa.
El conseller ha explicado que el objetivo de este plan es frenar las graves consecuencias de una plaga que ha calificado de «problema serio de sanidad vegetal».
El picudo rojo está presente en Mallorca desde 2006 y en Ibiza desde 2007. En la isla de Formentera se detectó en el verano de 2011 sobre una palmera recientemente introducida, pero no se prevé que se asiente allí. Menorca está libre de esta plaga.
En enero se han detectado focos nuevos en los municipios de Artà (dos palmeras) y Sóller (una palmera), que hasta ahora se mantenían aislados de la plaga.
En Mallorca han sido dañados 2.400 ejemplares y la especie más afectada sigue siendo la palmera canaria (Phoenix canariensis). Sólo se han detectado siete palmeras datileras o palmeras (Phoenix dactylifera) y una Washingtonia robusta afectadas.
En Ibiza, la cantidad total afectada se encuentra en torno a las 260 palmeras.
El plan de coche contempla ofrecer asesoramiento a las personas que lo soliciten, bien por teléfono (971 17 61 00 / 647 34 88 94) o presencialmente (C/ dels Foners 10. Palma), así como información permanente de la evolución de la plaga en la página web de Sanidad Vegetal de la Conselleria (htpp: / / sanitatvegetal.caib.es).
Supone también el diagnóstico in situ de las palmeras presuntamente afectadas y asesoramiento a los propietarios sobre las acciones a seguir, así como el pago de la gestión de autorizaciones de poda y de traslado de palmeras sensibles de zonas determinadas y de los avisos de introducción de palmeras en Mallorca.
El Govern organizará además charlas de divulgación de medidas para combatir la plaga, destinadas tanto a los profesionales de la jardinería como al público en general.
Monitorizará el vuelo de los escarabajos adultos con la instalación de trampas de atracción hormonal e instalará trampas para la captura masiva de los escarabajos adultos.
También se llevará a cabo el control oficial de los documentos y del estado fitosanitario de las palmeras, de manera preferente en centros de producción de plantas de vivero, y en segundo término, en puntos de venta y se gestionarán las denuncias de incumplimiento de las medidas fitosanitarias obligatorias establecidas para combatir la plaga y el inicio de expedientes sancionadores que correspondan.