El cierre de la tercera planta del hospital Can Misses motivó ayer un duro enfrentamiento entre la diputada socialista Pilar Costa y la consellera de Salut, Carmen Castro, durante el pleno del Parlament balear.
Costa pidió la dimisión de la consellera porque «no se puede ser la máxima responsable política de salud de estas Islas» y «no creer en la sanidad pública». «Si usted no cree, dé paso a otras personas», reclamó la diputada durante su turno de pregunta, en el que cuestionó a Castro si «cree que está justificado que continúen plantas cerradas y camas inutilizadas mientras se le acumulan los pacientes en los hospitales y en los servicios de urgencias». «La gerencia dijo claramente en noviembre que cerraban la tercera planta de Can Misses para evitar despilfarros. Ustedes piensan que invertir en salud es un despilfarro, es tirar el dinero, éste es el problema», criticó.
Por su parte, la consellera acusó Costa de hacer «demagogia» y criticó que no haya sido «reivindicativa» con el equipo de gobierno anterior ya que esta planta del hospital «históricamente se cierra en verano, del quince de julio al quince de septiembre, y en Navidad».
Asimismo, Castro indicó que «en enero, febrero y marzo hay una mayor presión asistencial en urgencias en todos los hospitales» y que Can Misses «sufrió un pico asistencial con un retraso en la gestión de los ingresos».
Así se refirió a la situación vivida el pasado 17 de enero cuando 18 pacientes ocupaban camas en los pasillos y boxes del servicio de Urgencias mientras la tercera planta, dotada con 14 camas, permanecía cerrada. «El número de camas no es indicador de calidad del servicio, lo que sí que es buena gestión es que este pico se resolvió poniendo un refuerzo en enfermería», concluyó Castro.
La depuradora de Sant Antoni, en peligro de derrumbe
El conseller de Medi Ambient, Biel Company, explicó ayer a petición de la diputada popular Virtudes Marí, cuáles son las obras de mantenimiento y de mejora previstas para las estaciones de bombeo y depuradoras de aguas residulaes de Eivissa y Sant Antoni. Según detalló Company, las obras salieron a licitación por 198.698 euros pero se adjudicaron a la empresa Socamex S.A. por 168.794 euros. Las mismas durarán seis meses y serán trabajos de mejora en la estación de bombeo así como en la depuradora de Vila. Según el conseller, también se trabajará en Sant Antoni «en la estación de bombeo principal y reforzando las vigas del edificio para evitar su derrumbe». «Está en una situación tan deplorable que los técnicos dicen que si no se hace podría incluso caer la estación, con lo cuál cambiaremos las vigas», agregó.
Por su parte, Virtudes Marí aprovechó su intervención para hacer una crítica al anterior Govern en esta materia. «El buen funcionamiento de nuestras depuradoras no ha sido hasta ahora una prioridad. En Eivissa estamos padeciendo constantes fugas, roturas de estaciones de bombeo y salidas a través de emisarios de aguas no debidamente depuradas», destacó.