El juez decano del Partido Judicial de Palma, Francisco Martínez Espinosa, espera una comunicación oficial de la Casa del Rey para determinar si el duque de Palma, Iñaki Urdangarín, entra el próximo 25 de febrero andando o en coche a los Juzgados de Vía Alemania, donde será interrogado en calidad de imputado por el juez José Castro, en el marco del Caso Nóos.
Martínez Espinosa ha indicado que, en estos momentos, no tiene una comunicación oficial de la Casa del Rey que «justifique» la adopción de medidas excepcionales de seguridad durante el día en el que declarará el yerno del Rey.
En caso de que sea así, el juez decano ha apuntado que la Casa Real se lo comunicará por escrito y, a partir de ahí, estudiaría la posibilidad de adoptar o no medidas de seguridad excepcionales, como sería que Urdangarin no bajara andando la cuesta de los Juzgados de Palma, sino en un vehículo hasta la misma entrada del edificio.
En principio, ha indicado que, de momento, no le han justificado por escrito «ninguna razón» para que se dé a Urdangarin un «trato diferenciado», en relación a otros imputados que acuden a los Juzgados de Palma a declarar.
Así, ha recordado que ya anunció en su día que no habría un «trato de favor» al yerno del Rey, salvo que hubiera «alguna justificación o circunstancia de seguridad que aconsejaran modificar este aspecto». «A fecha de hoy no me han invocado motivos excepcionales de seguridad y cuando lo hagan, tomaré una decisión en un sentido o en otro», ha insistido Martínez Espinosa.
En este sentido, ha recordado que los imputados, incluido el expresidente del Govern balear Jaume Matas bajó la cuesta andando, si bien ha apuntado que desconoce qué previsiones tiene la Casa Real, de forma que ha dicho que «si hay circunstancias de índole excepcional que aconsejen variar el criterio», se estudiarán.
Por su parte, fuentes de la seguridad habitual del Tribunal Superior de Justicia de Baleares han explicado a Europa Preses que si Urdangarin llegara a los Juzgados en coche oficial, se le tendría que dejar pasar hasta el patio, tal como, según ha recordado, se hace con todos los coches oficiales.
Reunión
El máximo responsable de la seguridad de la Familia Real en sus visitas a Mallorca participó ayer junto a altos cargos de la Policía Nacional y el juez decano de Palma, Francisco Martínez, en una reunión celebrada en los juzgados de vía Alemania, cuyo objetivo era conocer 'in situ' las instalaciones para diseñar un dispositivo de protección especial para los imputados en el 'caso Nóos'.
Las medidas de seguridad en la sede judicial y sus alrededores serán excepcionales en los tres turnos de declaraciones, que empezarán mañana, sábado, pero se incrementarán notablemente el 25 de febrero, cuando comparezca el duque de Palma, Iñaki Urdangarin.
La 'cumbre' de seguridad empezó con una reunión en el despacho del juez decano y asistieron Jesús Fuertes, comisario de la Comisaría de la Casa del Rey; Antonio Emilio Jarabo, jefe superior de la Policía Nacional en Balears; José Luis Santafé, inspector jefe de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR): el comisario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Jiménez, y el jefe de la Policía Judicial de Palma, Antoni Cerdá. También estuvo presente el jefe de la seguridad privada de los juzgados.
Más tarde, la comitiva se desplazó hasta la zona de aparcamiento de los juzgados, en la planta baja, donde los encausados accederán al edificio tras recorrer, en principio a pie, los escasos metros que separan ese acceso de la calle. Allí intercambiaron impresiones sobre la zona más idónea para apostar a las unidades policiales que vigilarán el recinto, así como a los numerosos medios de comunicación acreditados.
En principio, según informó la portavoz del TSJB, se acordó que por motivos de seguridad se cortará un tramo pequeño de la calle que da acceso a los juzgados.
Asimismo, se instalarán vallas en uno de los lados para garantizar el derecho de los ciudadanos a manifestarse (el día de la declaración de Urdangarin ya hay convocada una protesta) y se descarta, por el momento, que los citados los sábados 11 y 18 accedan en coche hasta la puerta del edificio, lo que supondría una medida especial con respecto a imputados en otros casos.