La consellera de Benestar Social de Formentera, Dolores Fernández, informó ayer que había remitido un escrito a la directora general del SOIB, Francisca Ramis, para conocer los motivos del retraso de la entrada en funcionamiento de las nuevas dependencias del SOIB y de cuándo se prevé poder trasladar las dependencias del SOIB de su actual ubicación, en un local de reducidas dimensiones en la calle Sant Joan, al nuevo local que los ciudadanos de la isla están pagando sin poderlo utilizar.
Aparte de las ventajas en cuanto a la amplitud de las instalaciones, Fernández subrayó «la sobrecarga financiera que supone para el Consell de Formentera estar pagando el alquiler del actual local del SOIB y al mismo tiempo la mitad, la otra corresponde al Govern, del nuevo local que se arrendó hace más de dos años y que sigue sin ponerse en marcha». Una cantidad que Dolores Fernández cifraba en unos 2.800 euros aproximadamente, 1.200 euros por las actuales oficinas y 1.600 por las que no se pueden utilizar aún.
Una sobrecarga que según Fernández se agudiza por la delicada situación económica de la propia Comunidad Autónoma donde es preciso ahorrar recursos, pero «desgraciadamente desde la constitución del nuevo gobierno de la CAIB, Formentera no deja de recibir recortes de servicios que hacen difícil equiparar los derechos de los formenterenses con los del resto de las islas».
Y así Fernández apuntó al cierre de la Oficina de Atención de las Víctimas del delito, a las que se encargaban de la defensa de los derechos del menor o el intento de reducir prestaciones como la subvención conveniada entre el Institut Balear de la Dona y Formentera para atender a las mujeres víctimas de la violencia machista. Y en lugar de predicar con el ejemplo «en tiempo de austeridad apunta a la duplicidad de funciones e incrementando los desequilibrios que se están produciend».
El Govern del Pacte dijo que abriría en 2011
El antiguo director general de Treball del Govern, Yago Nogueruelas, visitó el 28 de marzo de 2011 las oficinas acompañados del presidente del Consell, Jaume Ferrer y de la consellera de Benestar Social, entonces Margalida Font, y avanzó que las dependencias estarían operativas en mayo o junio del mismo año, pero siempre antes del verano. Deficiencias, goteras, problemas burocráticos, administrativos y de todo tipo han ido confluyendo en unas dependencias muy necesarias para Formentera que, por desgracia, aún no están en marcha.