Los empresarios hoteleros tienen que planificar con mucha antelación los proyectos de reforma totales o parciales de sus establecimientos. Y para ello necesitan seguridad jurídica. «A la hora de planificar una inversión tienes que ser previsor porque debes pedir según qué tipo de licencias a Urbanismo del Ayuntamiento, que esto es un trámite que se alarga en el tiempo, cumplimentar una serie de requisitos, presentar una memoria con planos de todo lo que quieres hacer y preveer el desembolso económico, entre otras cuestiones», explica Juanjo Riera, presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Eivissa y Formentera (Fehif). Según asegura, todo el proceso puede llevar un año «o más» en el caso de una reforma total. Por ello, e igual que sus compañeros hoteleros de Mallorca y Menorca, insta al Govern a que apruebe «cuanto antes» la nueva ley general turística porque así podrán actuar con previsión.
Sin fecha concreta
Una portavoz de la conselleria de Turisme del Govern asegura que se siguen estudiando las alegaciones presentadas y que, por el momento, «no hay fecha concreta para la aprobación definitiva», aunque puntualiza que Turisme sigue teniendo en mente que la nueva ley entre en vigor para esta temporada «por lo que el trámite no se puede alargar mucho más en el tiempo».
Si bien es importante que se apruebe lo más rápido posible para planificar las inversiones de la próxima temporada, la Fehif considera que es «igual o más importante» que se recoja en el nuevo texto normativo las particularidades de las Pitiüses. «El retraso está justificado siempre que sea para incluir las características pitiusas. Nosotros cuando presentamos alegaciones conjuntas con Cambra de Comerç, Fomento del Turismo, Pimeef, Caeb y Consell dijimos que era una norma en clave mallorquina que se olvidaba, por ejemplo, de todos los requisitos que en su momento tuvieron que cumplir los agroturismos aquí para ser como tales y que la nueva norma baja el nivel de exigencia. Esto es un agravio comparativo. Ya que va a aumentar la competencia que se mantenga el nivel de exigencia. Otra de las características que creemos que se tienen que tener en cuenta y esperamos que sea así es que el cambio de uso se amplíe para que no sea sólo de turístico a residencial sino, por ejemplo, de uso comercial o de oficinas». Y añade: «Hemos hecho llegar a los diputados ibicencos en el Parlament la importancia de que se tengan en cuenta las características de Eivissa y Formentera en esta nueva ley».
Sobre si este retraso en la aprobación de la norma puede comprometer las inversiones de la temporada que viene, Riera apunta:«Dependerá del tipo de inversión que tenga previsto cada hotelero. Sí que hay gente que se está echando atrás y que no está planificando para el invierno que viene. Lo que está claro es que el inversor necesita seguridad jurídica y agilizar los trámites administrativos para poder actuar». En esta misma línea, una de las aspiraciones de los hoteleros sobre la nueva ley turística es que ésta agilice realmente los trámites administrativos.