El vicepresidente del Consell de Formentera, Santi Juan, fue el encargado de hacer el parlamento institucional en la Pitiusa menor y destacó que la reforma del Estatut del 83 que se formalizó en febrero de 2007 «significó el reconocimiento del rango político e institucional que correspondía a Formenetera, con un Consell Insular propio, lo que se traduce en el mismo poder de interlocución que el resto de las islas y los recursos para afrontar los retos inmediatos de la sociedad formenterense».
Pero Juan destacó que una vez aumentada la autonomía política, la gestión directa de nuevas competencias «y el aumento del financiamiento para la isla de Formentera, como elementos claves para la mejora del bienestar, necesitamos que esta financiación acabe de llegar para poder acabar su proyecto, para poder estar en igualdad de condiciones en materia de infraestructuras y servicios que el resto de las islas».
Y el vicepresidente Juan no pudo reclamar financiamiento y pago de deuda por parte del Govern en mejor día ya que el director general de presupuestos del Govern balear, el ibicenco Toni Costa, acudió junto al presidente del PP de Formentera, José Manuel Alcaraz, a los actos institucionales.
La función de l'Estatut
Acompañado por miembros del equipo de gobierno, Sònia Cardona, Bartomeu Escandell, Alejandra Ferrer y Sergio Jiménez de GxF, Cristina Costa del GUIF y su correligionaria en el PSOE, Dolores Fernández, Santi Juan enfatizó que «un Estatut d'Autonomia es papel mojado si detrás de las palabras no existe la firme voluntad de transformar la realidad (...) los ciudadanos de las Illes Balears hemos profundizado en nuestra autonomía y hemos ido completando nuestro edificio institucional desde el trabajo conjunto por el bien común».
Tras indicar la compleja situación actual debida a la crisis económica y con casi 100.000 parados en Balears, Santi Juan recalcó que «estamos ante un futuro incierto» y resaltó que las instituciones en su conjunto han de tener claro que el principal objetivo es «atender a las necesidades de la sociedad» y que el Estatut d'Autonomía proporciona las herramientas precisas para en tiempos difíciles ser, las instituciones, la solución y no parte del problema «los poderes públicos deben velar por el buen funcionamiento del sistema económico, corrigiendo todo lo que haya fallado y apoyando a la iniciativa privada», aunque dejó claro que no debe caerse en la tentación de «sustituir el sector público por el privado más allá de lo que es razonable».
Serra quiere evitar que aumenten las reticencias hacia Mallorca
El presidente del Consell, Vicent Serra, reconoció ayer que con los años el sentimiento balear de los ibicencos no ha mejorado. «Creo que no se han hecho muchos pasos, las islas somos unas eternas desconocidas unas de otras y se está perpetuando la situación que había dado lugar a críticas como la financiación irregular de las islas o el centralismo de Mallorca; cada legislatura que empieza el objetivo es que las diferencias sean más pequeñas», explicó el presidente, que aseguró que siguen avanzando en la negociación con el Govern para conseguir una nueva financiación para Eivissa. Serra considera que esto es importante para que no aumenten las reticencias que existen en Eivissa hacia los mallorquines. Serra también quiso dar un «mensaje positivo» en este momento de penurias económicas. «Saldremos adelante, se han implantado medidas que no son agradables para nadie y hay que tener esperanza de que vaya adelante» añadió el presidente, que recordó que el Consell tiene que procurar que el Govern recupere la estabilidad económica y por eso se dejan las reivindicaciones para más adelante. «Dijimos que apoyaríamos el trabajo del Govern y también hemos implantado medidas desde el Consell para que el año que viene sea mejor que éste» garantizó.