Tras una votación de infarto y un congreso de máxima tensión el crítico Pedro Campillo se impuso ayer por un solo voto al renovador Vicent Torres convirtiéndose así en el nuevo secretario general de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE).
Campillo se mostró conciliador y anunció que propondrá a Torres formar parte de su ejecutiva y no descartó integrar a otros renovadores. El crítico aseguró estar «muy contento y orgulloso por representar a todos los socialistas» y apostó por «recuperar las señas de identidad» de la izquierda, como unos servicios públicos de calidad y «estar al lado de la gente que más lo necesita».
La polémica se produjo porque uno de los delegados de los críticos, Prudencio Hortelano, renunció y la mesa del congreso en un principio no quiso aceptar que se sustituyera por la siguiente persona de la lista, María Ripoll, también del sector crítico y cuñada de Antonio Roldán. Los de Pedro Campillo recurrieron esta decisión alegando que en el congresillo los renovadores habían podido sustituir a sus delegados sin problemas. La mesa volvió a deliberar y finalmente y, con un considerable retraso, se dejó votar a esta delegada, que fue la que inclinó la balanza.
Si no se la hubiera dejado participar, ambos sectores auguraban un empate que se tendría que haber resuelto con una gestora y la celebración de una nueva cita congresual. Un representante renovador hizo constar su disconformidad a la mesa por esta decisión y todavía no se sabe si impugnarán la votación.
Vicent Torres confirmó que en las próximas horas analizarán si recurren el resultado, aunque se mostró «convencido» de que los procesos de la FSE se hacen «con la máxima transparencia y legalidad» y que no tiene «por qué dudar de nada».
Preguntado por si se integrará en la ejecutiva de Campillo, Torres dijo que es el nuevo secretario general quien tiene que diseñar su equipo. «La pelota está en su tejado y él ya verá lo que hará, decir si nos integramos o no sería un poco presuntuoso por mi parte porque él tiene la palabra y le deseo suerte para que acierte», añadió el renovador, que augura «todo el futuro» al partido pese a la fuerte división. «Una de las corrientes ha resultado ganadora y todos los socialistas debemos remar hacia adelante», añadió. Tampoco supo explicar por qué el sector que hasta ahora ha dirigido el partido ha perdido. «Sabíamos que sería ajustado y al final supongo que algún apoyo con el que contábamos ha elegido a Campillo, ha sido un ejercicio democrático total», concluyó.
El propio Campillo remarcó que en el congreso finalmente hubo 67 delegados pese a que por la mañana solo se dejó acreditar a 66. «Hay que aceptar las resoluciones tanto cuando nos gustan como cuando no, la mayoría ha sido ajustada como en otros congresos del PSOE», añadió el secretario general, que reconoció que los congresos socialistas se viven «históricamente con mucha intensidad». En su discurso tras la proclamación, Campillo animó a los militanes a trabajar. «Sé que nos vamos a equivocar, pero pido que seáis corresponsables y que haya un trabajo colectivo», añadió el nuevo dirigente, que ofreció «trabajo y esfuerzo».
Campillo: «Me comprometo a trabajar por la unión»
El secretario general se comprometió a trabajar por la «unión» del partido. «Cabemos todos desde la discrepancia leal, todo aquel que quiera trabajar tendrá un sitio», dijo Campillo, que se puso a «disposición» de Francina Armengol para «recuperar el Govern balear». Se comprometió también a recuperar el Consell y los ayuntamientos.
Armengol: «Un partido tan dividido no es lo deseable»
La secretaria general del PSIB, Francina Armengol, dijo que un «partido tan dividido no es lo deseable». «Hay una división compleja y se tiene que trabajar desde la unidad», indicó Armengol, que no cree que vaya a tener problemas con Campillo pese a que en su ejecutiva no incluyó a los críticos y sí por ejemplo a Tarrés. Respecto a una posible impugnación, indicó que no le corresponde a ella resolverlo.