La izquierda no cree que la elección de Campillo como secretario general de los socialistas ibicencos suponga problemas a la hora de cerrar pactos. El PP asegura que «no se alegra» de la división del PSOE.
ERC recuerda que no se ha hablado de incumplir exigencias lingüísticas. El responsable de Esquerra Republicana en las Pitiüses, Josep Antoni Prats, confió en que de aquí a las elecciones el PSOE se fortalezca para poder llevar a cabo «acuerdos amplios» entre toda la izquierda y «poder hacer frente a las políticas del PP». Dice que la nueva dirección socialista ya ha hablado de que los acuerdos actuales «se tienen que mantener». Respecto a que Campillo pueda representar una opción más españolista, indicó que los pactos se mantendrán también «en cuestiones lingüísticas». Prats matizó que no se guían por el «origen de las personas» sino por lo que «dicen y hacen».
GxE no cree que afecte. El portavoz de Gent per Eivissa, Juanjo Cardona, que tiene un pacto con el PSOE, indicó que no se mete «en casa del vecino» y en sus procesos internos. Respecto a su trabajo en las instituciones, no cree que «afecte de ninguna manera», ya que los compañeros en los ayuntamientos y el Consell siguen siendo los mismos.
Maurici Cuesta (ENE), «sorprendido» por la marcha de los renovadores. El responsable de ENE, Maurici Cuesta, explicó que la división que existe en el PSOE «es complicada» y destacó que «no es habitual» que la mitad del partido abandone un congreso. «Me sorprendió mucho, esperaba que hubiera un ambiente un poco tenso, pero no la deserción del 50% de los delegados», indicó Cuesta, que asistió a la clausura como invitado y que tampoco ve bien que Francina Armengol no estuviera porque cree que su postura fue «partidista». Sin embargo, cree que los otros partidos de izquierda tienen que estar «menos pendientes» del PSOE y no ve grandes diferencias entre ambas facciones. «He visto a dirigentes de otros partidos de izquierda muy preocupados por redirigir la situación del PSOE y a mí esto me parece delirante», indicó Cuesta. Respecto a la idea extendida de que Campillo es más españolista y es menos ecologista, señaló que «Tarrés no estaba muy preocupado por el territorio». «No tengo por qué pensar que estos son más desarrollistas», añadió Cuesta.
ExC cree que perjudica al progresismo. El portavoz de ExC, Bartomeu Roig, no quiso entrar en los problemas internos del PSOE, aunque reconoció que «le sabe mal» que haya una división tan grande. «Esto perjudica a los partidos progresistas en general, son divisiones y no contribuyen en convertir en una piña a los partidos de izquierda», opinó Roig, que desea que haya cambios para que se impulse un «proyecto interesante y representativo». Respecto a si esta nueva dirección puede facilitar más o menos los pactos de toda la izquierda, el dirigente de ExC indicó que es algo que «tendrán que decir ellos». «No podemos presuponer nada», agregó.
El PP dice que «no se alegra. El dirigente del PP Joan Pantaleoni aseguró ayer en Radio Ibiza Ser que «no se alegra» de la situación del PSOE. «La vida es muy larga y cada uno debe saber gestionar sus victorias y sus derrotas», añadió Pantaleoni, que vaticinó que la situación se reconducirá.
Julián Aguilar muestra su «tristeza». El ya exsecretario de Organización de la FSE, Julián Aguilar, mostró ayer su «tristeza» en Radio Ibiza por el desarrollo del congreso. No quiso valorar si el proceso fue limpio y cree que no habrá ningún problema porque en el partido haya una dirección de un sector y en las instituciones los representantes sean del otro.
Xico Tarrés: «Veo con disgusto lo que ha pasado»
El ya exsecretario general de la FSE, Xico Tarrés, aseguró que ve «con disgusto» lo que ha pasado, pero no quiere entrar en si el congreso ha sido irregular. «Acataré lo que diga Madrid», remarcó Tarrés que en todo el proceso precongresual se ha mantenido «al margen». Defiende que durante su mandato el partido ha estado unido y ha sido ahora cuando se ha visto división.
Tarrés no cree que vaya a tener problemas para llevar a cabo el trabajo de líder de la oposición pese a que no tiene buena relación con Campillo. «Todos tenemos que respetar el programa electoral», recordó Tarrés, al que sí le ha «llamado la atención» la opinión del nuevo dirigente sobre algunas cuestiones. «Si quieren hacer una conferencia política para cambiar las ideas del PSOE y decir que quieren hacer 44 torres Eiffel puedo estar de acuerdo o no, pero si no lo estoy no lo defenderé», indicó Tarrés, que dice que también en tiempos de Roque López se dio esta situación y «siempre he sido disciplinado».