Habéis visto el cielo? ¿Parece que hay mucho humo? ¿No será otro incendio?». Estas fueron algunas de las preguntas que se hicieron muchos de los vecinos de Eivissa, Sant Antoni, Santa Eulària o Santa Gertrudis durante buena parte de la mañana de ayer. Afortunadamente todo quedó en una falsa alarma provocada por unos intensos bancos de niebla muy especiales.
Según el director territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, Agustí Jansà, no había nada porque alarmarse ya que el fenómeno que se produjo ayer «son unos bancos de niebla poco frecuentes provocados por lo que se conoce como inversión térmica y que consiste, básicamente, en que el aire frío está por encima del caliente, haciendo que las nubes se queden a ras de suelo y no puedan subir».
Una situación que, según Jansà, «además se vio agravada en el día de ayer por el buen tiempo que se vive en Eivissa y Formentera y por el viento ligero del suroeste que soplaba y provoca la acumulación de humedad».
Todo ello provocó que se vieran estampas que parecían salidas de cuadros, sobre todo de la zona de Dalt Vila, donde el castillo sobresalía reluciendo al sol entre las de nubes; en el Puig de Missa de Santa Eulària, donde se podía ver a los edificios y el puerto de la localidad intentando emerger entre la niebla; o en Santa Gertrudis donde algunos vecinos aseguraron que todo a su alrededor era un mar de niebla.
Sin embargo, estas estampas tan románticas también tuvieron su lado negativo provocando que el puerto de Eivissa tuviera que permanecer cerrado desde las 11,55 hasta las 12,30 horas de la mañana provocando el retraso de la salida del barco Nixe en dirección a la Savina prevista para las 12,00 horas.