Las agrupaciones de taxistas de Vila denunciaron ayer que los ayuntamientos prevén cobrar una tasa de mil euros al mes por conceder las licencias temporales este verano. También amenazan con romper el área de prestación conjunta si los otros ayuntamientos de la Isla no moderan las cantidades de licencias estacionales que prevén otorgar y que podrían poner en circulación 235 taxis estacionales, una cantidad que consideran «desorbitada».
Los consistorios, por su parte, se niegan a hablar de tasas y condiciones porque mantienen negociaciones entre sí para intentar homogeneizar la gestión de las licencias, un cometido que les acaba de traspasar el Consell d'Eivissa y que tienen que tener en marcha esta temporada en el marco del Plan Municipal de Autorización de Taxis Estacionales. Sin embargo, los colectivos de Vila ya han manifestado su desacuerdo porque lo ven todo «muy desorganizado» y temen que se concedan permisos «a mansalva» y se cobren tasas «sin estudios» que las avalen.
Sugerencias por escrito
El presidente de los taxistas autónomos de Vila, Vicent Prats, pidió ayer que los ayuntamientos «sean más racionales a la hora de otorgar licencias». Según recordó, el año pasado el Consell otorgó 96 permisos temporales y solo cobró gastos de gestión que no superaban los cien euros. Ahora, según denuncia, algunos consistorios, como el de Sant Josep, prevén duplicar sus vehículos en verano, al conceder 70 permisos temporales. Asimismo, indicó que Sant Antoni, que tiene 80 taxis todo el año, prevé otorgar «el 80%», sumando unos 64 vehículos más en verano, mientras que Santa Eulària y Sant Joan, en principio, quieren conceder la mitad de las licencias: 28 permisos temporales la villa del Río y «6 o 7», Sant Joan.
Se da la circunstancia de que los consistorios están negociando todos los aspectos excepto la cantidad de licencias ya que cada uno otorgará las que considere necesario. Por ello, las cinco agrupaciones de Vila presentaron ante el Ayuntamiento de Eivissa un escrito con sugerencias para el desarrollo del plan.
Entre otras cuestiones, piden que la cantidad de permisos que se otorguen no supere el 40% de las licencias fijas del municipio, que en el caso de Vila son las más numerosas y suman 127. Un «baremo» que quieren que asuman el resto de ayuntamientos o, en caso contrario, que sus taxis estacionales «trabajen solo en sus municipios» porque sino no estarían «en igualdad de condiciones», agregó Prats.
En su escrito, también reclaman que el cobro de las tasas se estudie «detenidamente» y, aunque reconocen que la licencia no debe ser gratuita, no ven desproporcionado que sea «de 500 euros mensuales» en vez de mil. También piden que se justifique el precio mediante un informe ya que, según Prats, por ahora, lo que hacen los ayuntamientos, «es pedir por pedir».
Por último, reclaman que tengan preferencia los titulares que no hayan tenido licencias años anteriores, que se excluya a los titulares con irregularidades y que en caso de que un asalariado opte por una licencia estacional trabaje en igualdad de condiciones que los titulares, es decir, «con exclusividad».
Sant Josep argumenta que tiene el aeropuerto
El Ayuntamiento de Sant Josep reconoció ayer que prevé duplicar las licencias de cara al verano y argumentó que esta propuesta se debe a que el municipio debe dar servicio al aeropuerto, lo que aumenta la necesidad de taxis en temporada.
Desde Vila matizaron que las condiciones no están cerradas y que el Consistorio seguirá negociando para alcanzar un consenso con las asociaciones. Asimismo, un portavoz municipal explicó que el cobro de una tasa de mil euros es una propuesta que aún no está confirmada como tampoco la cantidad de licencias que se concederán para el próximo verano.
El Ayuntamiento de Sant Antoni tampoco ha querido detallar las condiciones de la licencias hasta que no se apruebe el plan en junta de gobierno y desde Santa Eulària también insistieron en que están negociando con el resto de ayuntamientos con el objetivo de «equiparar» las condiciones de la concesión de licencias.