La inversión en los proyectos de edificación en Baleares ha caído un 75 % entre 2007 y 2011, y la construcción de viviendas en un 90 %, situación que los constructores del archipiélago califican de «dramática» y «preocupante»
Las mayores preocupaciones están centradas en la acumulación de deuda de la administración, que a julio de 2011 se cifra en cerca de 200 millones de euros, y en la economía sumergida, según la Asociación de Constructores de Baleares, que ha presentado hoy el informe de su actividad del pasado año.
Para el presidente de la asociación, Eduardo López, parte de la solución está en que el Gobierno central y el Govern tomen las medidas acertadas para que los constructores puedan tener «esperanzas» para los próximos meses, porque «con la situación actual será casi imposible remontar».
El sector también ha invitado a la Administración a invertir en obra pública, que de 2007 a 2011 ha bajado casi un 72 %, una «caída excepcional», ha señalado López.
«La inversión en obra pública es un buen negocio», ha añadido el director general de la Asociación de Constructores, Manuel Gómez, que ha indicado que por cada millón de euros invertidos se generan cerca de 18 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
De este millón de euros, alrededor de 600.000 euros se revierte a la Administración en forma de impuestos, por lo que se confirma los beneficios de su inversión, ha asegurado Gómez.
Según los datos facilitados por la Asociación de Constructores de Baleares, de 2007 a 2011, la inversión en edificación, ha caído hasta un 75 %, mientras que el número de viviendas construidas, un 90 %.
Los constructores han destacado en rueda de prensa la necesidad y la esperanza de que a partir de mayo puedan comenzar a cobrar gracias al plan de pago a proveedores del Gobierno central.
«Por favor que nos empiecen a pagar ya», ha dicho el presidente de la Comisión Contratista de la asociación, que ha recordado que hay empresas asociadas que tienen facturas pendientes de pago de parte de la Administración de 1993.
Gómez ha precisado que a julio de 2011 la deuda a las empresas constructoras baleares alcanzó los 200 millones de euros, de los cuales 80 las tiene que pagar el Govern y el resto consells insulares y ayuntamientos.
Ha indicado que algunas facturas se han ido pagando poco a poco, por lo que no pueden precisar una cifra exacta de lo que se les adeuda hasta este año.
Los constructores esperan que el plan gubernamental alivie en algo la situación de los empresarios, ya que algunos ni siquiera saben si podrán llegar a mayo.
Según los datos de la asociación en 2012 en Baleares hay 498 empresas de construcción, frente a la 740 que había en 2007, lo que significa que se ha pasado de 12.800 trabajadores a 6.100.
«Esa es la triste realidad», ha apostillado Gómez, que ha achacado gran parte de la situación del sector a la economía sumergida que incluso algunos empresarios fomentan a través de la contratación de personal en negro o en situación irregular.
Por esta razón, entre los objetivos de la Asociación de Constructores está la lucha contra la economía sumergida, en la que espera una acción contundente de la Administración.
Además, los asociados confían en que la nueva Ley General Turística ayude un poco al sector aunque «no lo suficiente», en vista de que la poca actividad constructora actual en Baleares se debe, en gran parte, al turismo.
En cuanto a la reforma laboral, los constructores consideran que va a permitir «una cierta oxigenación» para determinadas empresas, ya que tienen que disminuir y renovar la plantilla de trabajadores para poder competir «porque de lo contrario entrarán en concurso de acreedores», ha comentado Gómez.