Las ventas de coches se han duplicado en Baleares en la primera quincena de marzo con respecto al mismo período del año anterior, según datos facilitados hoy por la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM).
Baleares, con 1.331 unidades vendidas, es la comunidad que ha experimentado un mayor aumento (en concreto un 98 %) en este periodo y una de las tres únicas que han cerrado la primera mitad del mes en positivo, además de Cataluña (17,3 %) y Murcia (9,1 %).
Frente a estas excepciones, las mayores caídas se han registrado en Canarias (-41,5 %), La Rioja (-37,4 %), Extremadura (-15 %), el País Vasco (-14,5 %) y Castilla La Mancha (-12,7 %).
En el conjunto de España, las matriculaciones de automóviles han alcanzado las 33.601 unidades durante la primera quincena de marzo, lo que supone una caída del 1,5 %.
En concreto, las ventas a particulares, consideradas el termómetro más fiel de la situación real del mercado, se han reducido un 6,5 %, hasta las 13.151 unidades, con caídas generalizadas en la mayor parte de comunidades autónomas.
No obstante, este descenso se ha visto compensado en parte por el alza del canal de empresas, que ha aumentado un 3,3% hasta las 9.084 unidades, debido al fuerte aumento del 48,8% en las matriculaciones de Cataluña, que ha neutralizado así el descenso del 12,1% en la Comunidad de Madrid, principal mercado nacional.
Por su parte, el segmento de empresas de alquiler también ha presentado un ligero incremento del 0,9%, hasta las 11.366 unidades.
Ello se ha debido, según GANVAM, a las buenas ventas registradas en zonas de interés turístico como la Comunidad de Madrid (+1,8 %), la Comunidad Valenciana (+8,7 %) y especialmente Baleares, donde las operaciones se han multiplicado por cuatro con respecto al año anterior.
El presidente de GANVAM, Juan Antonio Sánchez Torres, ha explicado que la nueva caída de las matriculaciones en España tiene «mucho que ver» con el alza de los precios de los combustibles, por lo que la situación podría empeorar si finalmente se suben los impuestos a determinados carburantes, como el diésel.
Ha señalado, además, que el bajo nivel de ventas es consecuencia directa de la incertidumbre económica a la que se enfrenta el ciudadano de a pie, castigado por los altos niveles de desempleo y amenazado por la inminencia de los nuevos recortes en un contexto de escasa financiación.