Los menores corren riesgos muy serios navegando por internet y, en especial, con el uso de las redes sociales. Viejos problemas como el acoso escolar, conocido como bullying, ven multiplicada su capacidad dañina con el uso de las redes sociales y un chantaje que antes podía tener un alcance limitado puede, hoy en día, rebasar los límites del colegio, del barrio y de la ciudad con un click.
Con el fin de concienciar de estos peligros a los menores y a sus padres y buscar la manera de evitarlos, la Guardia Civil del puesto de Sant Antoni ha organizado una serie de conferencias. Ayer por la tarde, el agente Fernando Gandía pronunció la primera de estas charlas bajo el título Consumo de drogas y peligros del uso de internet en el IES Quartó de Portmany.
«El teniente del puesto, Juan José Belmonte, buscó una solución a este tema porque en Sant Antoni no había nadie que diera estas conferencias», explicó Gandía que repetirá las charlas en otros centros de la demarcación del puesto de Sant Antoni, que incluye Sant Josep y Sant Jordi.
«Los niños deben saber que internet no es real y confiar en sus padres», explica el agente. «Les muestro la confianza, que la tengan para hablar con sus padres, que así sabrán que cualquier problema se va a solucionar», añade.
Gandía pretende, además, que los padres estén atentos para prevenir los peligrosos de la red, que mantengan un buen nivel de comunicación con sus hijos, que se ganen su confianza.
En la conferencia de Gandía se incide en los tres principales peligros que los menores corren al usar internet y las redes sociales: ciberbullying, grooming y sexting.
El ciberbullying o ciberacoso es, en palabras de Gandía, «el acoso escolar que llega través de la telefonía móvil e internet». Por supuesto, puede constituir un delito. Antes de la generalización de internet, el acoso se circunscribía al entorno escolar y como mucho al entorno más cercano del menor. Ahora, a causa de las redes, se multiplica el peligro.
El grooming es «el contacto que tiene el pederasta con el menor para entablar una relación, una posible amistad a través del engaño para después quedar con él e intentar mantener la relación sexual».
Pederastas
En este capítulo Gandía añade que también puede darse la extorsión: «El pederasta ya tiene fotos indiscretas y le dice al menor que siga con el envío de imágenes y vídeos o si no publicará las que ya tiene».
El sexting se produce normalmente entre menores de edad, pero también se da entre adultos. Consiste en el envío de imágenes o vídeos de tipo sexual sin el consentimiento de la víctima. «Hay muchos casos en España y se han dado suicidios», advierte Gandía.
«Los enseño que todo esto no lo pueden hacer, que hace falta autorización expresa de la otra persona y que tiene que ser por escrito y que si es un menor de edad la autorización tiene que ser de sus padres», señala el agente.