Eivissa ya vive con intensidad la Semana Santa y con ello, además de las procesiones, también regresa un año más el plato ibicenco tradicional de estas fechas por excelencia: el cuinat.
Este plato, que se remonta varios siglos atrás, cuando en la Isla se consumía como sustituto del pescado durante los días en que la Iglesia prohibía comer carne, está elaborado principalmente con colleja, una hierba silvestre que únicamente crece durante el tiempo de Cuaresma y que le da su sabor inconfundible.
Sin embargo, cada vez son menos los que lo saben preparar como antaño ya que requiere una gran elaboración para mezclar con acierto, entre otras cosas, acelgas, collejas, hierbabuena, ajos tiernos, ajos secos, ñoras, guixes, habas peladas, sal, pimentón y aceite de oliva.
Una de ellas es Catalina, la mujer de Joan Riera, propietario del restaurante Ca'n Alfredo, abierto en el paseo de Vara de Rey de Vila desde 1934, y que aprendió la receta de la madre Joan, Antonia Ripoll Carmona, quien ya lo cocinaba hace muchos años.
Por eso, no es extraño que año tras año sea uno de los más cotizados en toda la Isla. Según Riera, «todos los años preparamos dos ollas, de unos 50 litros cada una, y siempre nos quedamos cortos de cantidad porque son muchos los ibicencos que acuden hasta nosotros para probar o llevarse su ración a casa».
Distintas culturas
Sin embargo, Eivissa se ha convertido con el paso de los años en una sociedad cada vez más multicultural, lo que ha provocado que convivan en ella cada vez más nacionalidades que celebran la Semana Santa a su manera.
Así, a los valencianos, andaluces o extremeños que han ido llegando desde la Península con sus cocas, torrijas, potajes de bacalao o tortillas de verduras también se han unido argentinos, ecuatorianos, paraguayos, holandeses o rumanos con sus platos tradicionales para estas fechas, como la empanada de Pascua, la fanesca, la sopa paraguaya, los huevos de colores o el drob rumano.
Andalucía- Torrijas, arroz con leche y potaje de bacalao
Los andaluces de Eivissa siguen disfrutando con las torrijas, el arroz con leche o el potaje de bacalao, con garbanzos y espinacas, un plato que en Semana Santa está en todos los bares de Sevilla.
Valencia - Paellas especiales y sobre todo, la coca 'escudellá'
En Valencia no dejan la paella ni en Semana Santa. Eso sí, son especiales como de col, angulas o bacalao. Además, según Nuria Moreno, vicepresidenta de la Associació Cultural Valenciana de Sant Antoni, para postre es tradicional la coca ‘escudellá'.
Extremadura - Platos cocinados con días de antelación
Extremadura vive con intensidad la Semana Santa y por eso se cocina con días de antelación. Eso sí, no faltan las perrunillas, las torrijas, las tortillas de verduras o el bacalao, combinado casi con todo.
Argentina - Una Semana Santa muy europeizada
Según Beatriz Ceballos, presidenta de la Asociación Cultural Argentina Balear, «en Argentina se celebra la Semana Santa de forma muy parecida a como se hace en Europa debido a la gran influencia que han tenido los emigrantes españoles e italianos».
Entre los platos dos son los tradicionales de esta época: las empanadas de vigilia, que en lugar de estar rellenas de carne suelen tener verduras o pescado en su interior, y la humita, tradicional de la zona norte y centro del país, y que consiste en una pasta para rellenar empanadas cocinada con maíz rallado, zapallo (una variedad de la calabaza), cebolla, pimiento, salsa picante y queso crema.
Paraguay - Una de las dos únicas sopas solidas del mundo
«Nosotros hacemos una de las dos únicas sopas sólidas que hay hay en el mundo: la sopa paraguaya», asegura Víctor Heyn, presidente de la Asociación de Paraguayos de Eivissa con una gran sonrisa.
No en vano, este plato, a pesar de su nombre, no es ningún caldo sino un bizcocho o una tarta cocinada con cebolla, agua, sal gruesa, huevos, queso fresco, harina de maíz, leche cuajada o natural, y mantequilla.
Además, durante el Viernes Santo toman el chipá, un panecillo hecho con almidón de mandioca, queso duro, leche, huevos, manteca y sal. Precisamente, este colectivo vive este día de forma muy especial, ya que «todo el mundo guarda el mayor silencio como respeto al día de la muerte de Jesucristo».
Ecuador - Se conmemora mucho más el Día de la Madre
Los ecuatorianos viven la Semana Santa de manera muy especial ya que, según Ángel Vidal, tesorero de la Asociación de Ecuatorianos de Eivissa, «más que la pasión y resurrección de Jesús, como otros muchos países celebramos el día de la madre, que siempre es el segundo domingo de mayo».
Sin embargo, también tienen un plato tradicional para estas fechas llamado fanesca. Según Vidal, «es una sopa muy especial, porque solo se prepara una vez al año durante Semana Santa, y se cocina con muchos granos frescos, algunos de los cuales solo están en los Andes, legumbres como judías, habas, lentejas o garbanzos, choclo o maíz y trozos de bacalao».
Holanda - No tienen un plato típico pero celebran la llegada de la primavera animando a los niños pequeños a buscar huevos de colores
Holanda no suele celebrar la Semana Santa con ritos y tradiciones católicas como estamos acostumbrados en España ya que, aunque algunos el Jueves y Viernes Santo acuden a la iglesia a cantar la obra Matthäus-Passion (La Pasión de Mateo) de Johann Sebastian Bach, se celebra más la llegada de la primavera.
Además, según Cristina Kriger, presidenta de Tulipanes, la asociación de holandeses en Eivissa, no hay plato típico de Semana Santa aunque sí comen muchos huevos y un pan especial de pasas, nueces, almendras y relleno con mantequilla de la primera leche.
Eso sí, durante el primer día de Pascua, «tras desayunar fuerte, salimos a buscar huevos de colores por los campos, una tradición que ha hecho que en Holanda haya, incluso, algunos parques con más de 5.000 huevos».
Rumanía - «Hristos a inviat» como saludo, un conejo y huevos de Pascua en un país que celebra los días de la muerte y resurrección
En Rumanía predomina la religión ortodoxa y por eso sus ciudadanos celebran los días correspondientes a la muerte y resurrección de Jesucristo. Así, según el presidente de los rumanos en Eivissa, Valentín Botusan, el viernes hacen «una misa para conmemorar el fallecimiento, el sábado otra para celebrar que resucitó, y el domingo la de la segunda resurrección».
Este día hay reparto de huevos de Pascua y visita del ‘conejo', una figura parecida a Papá Noel, y todos se saludan diciendo «Hristos a inviat (Jesús está vivo)», a lo que se contesta «Adeyarat a inviat (De verdad está vivo)».
Además en Semana Santa, se suele cocinar el drob, una mezcla de intestinos, carne de cordero y vegetales frescos, y una tarta especial de Pascua con pan dulce, queso, arándanos y pasas.