Alba tiene nueve años y junto a su amiga Jasmine está empezando a pintar unos pequeños círculos de colores en una pequeña cartulina. Junto a ellas, Gisela, Elisa, o los vascos Aiora y Urko, que están pasando unas vacaciones en Eivissa junto a sus padres, intentan hacer lo mismo. Cada uno hace lo que puede y según la edad que tienen, pero todos se lo están pasando en grande entre cartulinas, rotuladores y témperas.
Todos ellos formaban parte de los cerca de cuarenta niños que acuden durante esta Semana Santa al Centro de Ocio Infantil El Árbol de las Risas de Santa Eulària, y que ayer estaban aprendiendo a hacer juegos de mesa tradicionales para llevarse a casa.
«Primero escogemos los colores que más nos gustan para pintar el tablero con témperas y rotulador y después usamos los tapones de las botellas para hacer las fichas», explica Alba mientras Urko acaba de meter el rotulador en el bote de agua de los pinceles.
Sin embargo, en esta ludoteca, que abrieron el pasado 16 de diciembre Cristina y Raquel, eso da igual porque de lo que se trata es de divertirse lo más posible mientras se aprenden a hacer cosas con las manos y a desarrollar la inteligencia.
Por eso, durante toda la Semana Santa, se han organizado talleres para niños de entre dos y doce años de manualidades con pinzas, fabricación de huchas, decoración de huevos de Pascua o, incluso de elaboración de pan, que en palabras de Cristina «es de los que más les ha gustado a los niños porque a ellos les encanta eso de pringarse de los pies a la cabeza».
Todo ello en la parte de arriba, ya que la parte de abajo es una amplia ludoteca donde otros niños no paran de jugar constantemente acompañados. Y es que aquí jugar aprendiendo es el objetivo número uno.