El Fiscal General del Estado (FGE), Eduardo Torres-Dulce, ha asegurado hoy que no les consta ninguna presión de las defensas a la Fiscalía en el «caso Urdangarin» y ha dejado claro que no puede haber acuerdos de conformidad en este momento, porque no ha acabado la instrucción de este asunto.
Torres-Dulce se ha pronunciado así, en declaraciones a los periodistas, al ser preguntado por la posible existencia de contactos con la Fiscalía para llegar a un acuerdo de conformidad que evitara el ingreso en prisión del yerno del rey, Iñaki Urdangarin, y de su socio Diego Torres, imputados por un supuesto caso de corrupción.
«Procesalmente, hablar de temas de conformidades es absolutamente prematuro y, por tanto, no tiene realmente ningún sentido», ha dicho el Fiscal General del Estado tras asistir a la toma de posesión de José Manuel Romay Beccaría como presidente del Consejo de Estado.
Otra cosa es, ha añadido, que los fiscales adscritos al caso acepten una entrevista para hablar de temas procesales, «pero sin mayor trascendencia».
Ha insistido en que la única finalidad del Ministerio Fiscal es investigar y esclarecer los hechos y ha reiterado que «no hay ni va a haber ningún trato de favor, sino cumplimiento estrictamente de la ley procesal, que es igual para todos los españoles y así debe ser» porque «lo exige la Constitución».
Preguntado si de cara al futuro puede haber conformidades, Torres-Dulce ha dicho: «Es imposible hablar de conformidades en este momento, cuando no ha acabado la instrucción del asunto».
El Fiscal General del Estado ha recordado que, «procesalmente, la conformidad opera sobre una calificación de los hechos» y, en este caso, éstos «todavía están siendo objeto de investigación»
A Torres-Dulce no le constan presiones por parte de las defensas a la Fiscalía, pero tampoco ve motivos para que las haya, ya que el ministerio fiscal «tiene un objetivo muy claro: investigar con imparcialidad los hechos, y en su momento, si hay pruebas, someterlos a la decisión de un juez y un tribunal».