«Es una burrada. Se llevará muy mal», dijo ayer Marga Guasch, directora de Sa Bodega y portavoz de la Asociación de directores de educación infantil y primaria de Eivissa acerca del aumento de alumnos en los grupos de infantil de cara al curso próximo, que se contempla que supere los 25 alumnos por aula.
La directora de Planificación y Centros de la Conselleria d'Educació del Govern, Mercedes Celeste, que se reunió ayer en Eivissa con los directores de los colegios y los institutos en un encuentro preparatorio de cara al curso escolar 2012-2013, explicó que esta situación, 25 alumnos por aula, «es así en muchos centros; hay muchos colegios que tienen 28 niños en educación infantil desde hace mucho tiempo e intentaremos no subir de 28 en infantil; en primaria hay centros que han llegado hasta 29 y ahora podría ser que hubiera alguno con 30».
En esta reunión, primero con los directores de secundaria y después con primaria, la directora de Planificación aseguró, además, que «en la ESO habrá grupos que pasen de 30 alumnos; la LOE nos marca 30 alumnos por aula con un margen de 10% y miraremos no pasar ese número». No obstante, los grupos se es están cerrando por lo que no se sabe con certeza cuántos grupos habrán finalmente.
En el caso de infantil y primaria, más de una treintena de directores de los centros, que se presentaron a la reunión vestidos de negro para expresar su malestar por la situación de la enseñanza pública, entregaron un escrito a la Conselleria d'Educació en el que expresaron «su disconformidad con algunas cuestiones y la inquietud que genera la desinformación». En este sentido, aseguran que «los equipos directivos padecen un menosprecio en cuestiones que nos afectan directamente y sobre las cuales nos hemos enterado a través de los medios».
En cuanto al derecho de la elección de lengua en la primera enseñanza, aseguran que «es incoherente pedagógicamente y los centros no disponen de los recursos suficientes para garantizar el ejercicio de este derecho». También aluden «al retraso en el calendario y las incoherencias cometidas en el proceso de admisión de alumnos en el próximo curso; «la falta de responsabilidad» en el pago de las partidas presupuestarias; «la disconformidad» en llevar a cabo el programa de reutilización de libros de textos; su preocupación ante la falta de información sobre las cuotas de profesorado y «la falta de planificación y responsabilidad» por parte de la Conselleria d'Educació en lo anteriormente mencionado.