En octubre de 2010 directivos de la multinacional Pioneer llegados de Japón se reunieron con el entonces presidente del Consell, Xico Tarrés, para cerrar un proyecto de colaboración dentro de la agrupación de empresas innovadoras Ibiza Music Cluster, a través del cual se quería crear un distrito tecnológico internacional de innovación e investigación musical. Por un lado, se quería crear un training center de Pioneer, un espacio de formación continua de trabajadores y profesionales de todo el mundo interesados en los nuevos productos de la compañía. Este sería el primer paso, según Tarrés, para crear, a medio plazo, un Instituto Tecnológico especializado en música avanzada.
Por otro lado, se les propuso crear un showroom para mostrar sus últimas innovaciones tecnológicas en este ámbito. Asimismo, querían que Pioneer equipara con la última tecnología el auditorio del Conservatorio. En ese momento, Tarrés habló de que este acuerdo supondría una importante inversión de Pioneer y que mucha gente viniera a trabajar y a investigar a Eivissa para luego vender la tecnología a nivel mundial.
Cuando llegó el PP
Tras la victoria del PP, estos planes quedaron en cierta forma frustrados. Las explicaciones que dan unos y otros son bien distintas. Desde el entorno del Ibiza Music Cluster salen distintas versiones. Algunos dicen que el convenio que iba a firmar la multinacional con el Consell para invertir en la isla fue paralizado en el último momento, lo que creó desánimo en el seno de Pioneer y del cluster. Otros dicen que el problema fueron el terremoto de Japón y la crisis internacional, que provocaron problemas a la multinacional.
El actual Consell tiene una versión algo distinta. El conseller de Treball, Comerç, Indústria i Noves Tecnologies, Vicent Roig, asegura que Pioneer quería que la institución estuviera implicada dentro del cluster y que se firmara un convenio a tres bandas (cluster, Pioneer y Consell). «Les dijimos que tendrían todo nuestro apoyo institucional, pero que no podíamos firmar el convenio porque era ilegal, no podemos beneficiar a una entidad privada», explicó Roig, que indicó que los servicios jurídicos del Consell les advirtieron que firmar el convenio significaría «prevaricar».
Roig puso como ejemplo que ahora se está llevando a cabo una colaboración con El Hotel de Pachá para publicitar la moda Adlib, pero es diferente, porque no hay intercambio económico. «Simplemente es promoción de la industria de la moda de Eivissa y nosotros a través de convenios con El Hotel les autorizamos a usar el logotipo de Adlib para hacer pasarelas, pero ellos no tienen un rédito económico», explicó el conseller, que dice que, aunque Pioneer no les pedía dinero, sí que les podría haber reclamado responsabilidades al firmar el convenio. Roig relató que incluso les ofrecieron crear un órgano nuevo, a través de la Ibiza Music Academy, que sí habría sido legal, pero «finalmente no cuajó». De hecho, ahora el Consell ni siquiera es ya socio del cluster porque no pagó la última cuota. Considera que no tiene sentido estar presente porque tiene que ser una agrupación empresarial para fomentar la investigación musical y las instituciones ahí no pintan nada. Sí que recordó que el Govern le dio una subvención de 100.000 euros que debería estar ya pagada, porque se hizo vía confirming.
De todas formas, Roig piensa que este cluster tiene un «potencial muy bueno» y por eso no lo disolvieron. También tiene constancia de que Pioneer ha invertido una cantidad para montar la academia, unos 50.000 o 60.000 euros. El anterior equipo de gobierno impulsó el cluster y fue socio del mismo, además de dedicarle recursos humanos. Incluso el exsecretario de Presidència de Tarrés, Paco Medina, sigue trabajando para esta organización empresarial.