Como una araña que lentamente teje su red, el Bloop Festival va haciéndose presente en diversos rincones de la isla de Eivissa y ayer por la tarde le llegó el turno al puerto de Vila, en el que la artista polaca Agata Olek intervino sobre la escultura homenaje a los pescadores, cubriéndola de su ya reconocible ganchillo de lana.
De este modo, Olek extiende su ámbito en la Isla, donde ya realizó dos obras en Sant Antoni días atrás (el ancla del Passeig de ses Fonts y una de las piezas de la llamada rotonda de los caballos, en la calle Londres), despertando, igual que ayer en la entrada del puerto, la curiosidad de todo aquel que pasaba cerca de su obra.
Por el mundo
Eivissa pasa a ser así parte de un selecto grupo de lugares en los que Olek ha dejado la huella de su peculiar trabajo. Emplazamientos como Wall Street, en Nueva York; el gato de Botero en Barcelona, o la escultura de Einstein ubicada en Washington ya conocían las habilidades de Olek con las agujas.
La artista polaca comenzó a cubrir esculturas y todo tipo de objetos con ganchillo hace una década con el objetivo de dotarlas de una nueva, y efímera, vida. De paso, Olek ofrece a los espectadores un discurso estético que rompe con el entorno urbano y que se enmarca en el movimiento Urban Knitting, que busca una reivindicación de lo estético y lo femenino desde el punto de partida de que cualquier cosa puede ser tejida.