Los seis miembros críticos de la ejecutiva del PSOE de Vila presentaron ayer por la mañana su dimisión por su «manifiesta disconformidad» con la actuación del secretario general, Marc Costa, quien se negó a abrir expediente a algunos concejales del partido que no habían pagado las cuotas que debían al partido por ocupar un cargo público.
Según explican en su carta de dimisión, Costa «desatendió» las peticiones de la mayoría, ya que ellos son seis y Costa solo tiene el apoyo de dos personas. «Marc Costa presentó su dimisión para así incumplir con su obligación de someter a consideración de ejecutiva las propuestas de seis de sus miembros sabiendo que no contaba con la confianza de la mayoría», relatan los dimisionarios, que recuerdan que la dimisión de Costa fue revocada por él mismo pese a que no les informó en ningún momento.
Los críticos indican en su misiva que sí aceptan la dimisión de Costa porque el motivo que alegó en su día era que se negaba a tramitar las propuestas de la mayoría de la ejecutiva porque «eran contrarias a su forma de entender» el partido.
Los miembros que dimitieron ayer son Bernardo Escalona, José Antonio roselló, Judit Romero, Manuel Rubio, Montse García y Rosa María Rubio.
Según explicaron los dimisionarios, su renuncia provoca que se tenga que nombrar una gestora que dirija el partido en Vila transitoriamente hasta que se celebre el congreso. Esto significa que tampoco se podrá afiliar más gente y que se cierra el censo de cara al período congresual.
Asimismo, indicaron que Costa no les merece su confianza porque primero dimitió y luego cambió «radicalmente» de opinión sin comunicárselo, ya que se enteraron de ello por la prensa. «No merece nuestra confianza; que la militancia decida si tiene que ser secretario general», añadieron.