La guerra abierta entre los sectores oficialista y crítico de la Federación Socialista de Eivissa (FSE-PSOE) llegará a los tribunales. El líder del sector crítico, Pedro Campillo, anunció ayer que recurrirá a la justicia para pedir «medidas cautelares» con el fin de anular el congreso insular convocado para el 27 de octubre, con el que se busca repetir la cita congresual que ganó esta corriente el pasado mes de marzo, pero que se declaró nula en medio de acusaciones de irregularidades entre ambos sectores.
El nuevo proceso congresual comenzó ayer con la elección de los 37 delegados de la agrupación socialista de Vila que formarán parte de los 77 representantes que deberán elegir al futuro secretario general. Sin embargo, el sector crítico no solo no acudió a esta cita sino que contraprogramó con una rueda de prensa, convocada a mediodía, para anunciar que no participará ni presentarán lista a este proceso congresual, en cuya carrera solo queda, de esta forma, el candidato oficialista, Vicent Torres. Los críticos también hicieron públicas las dimisiones de sus tres secretarios generales afines, que el lunes renunciarán a sus cargos al frente de las agrupaciones de Santa Eulària, Sant Antoni y Sant Joan, Carlos Salinas, Laura Carrascosa, y José Luis Rodríguez, respectivamente.
Al mismo tiempo que los críticos comparecían ante la prensa en el Centro Cultural de Puig d'en Valls, en el hotel Argos de Talamanca comenzaba la votación de los delegados de la agrupación socialista de Vila. Una elección en la que participó solo el 40% de los afiliados ya que acudieron 98 de los 249 militantes que hay censados en Vila. Los participantes eligieron por 96 votos a favor y dos en blanco a la única lista presentada, conformada por 37 delegados, todos del sector oficialista.
Joan Boned, presidente de la gestora que dirige la FSE-PSOE hasta la elección de la nueva cúpula, ni siquiera se refirió a la ausencia de los críticos para justificar la escasa participación. «La temporada no está cerrada y aún mucha gente tiene trabajo hoy [ayer] sábado por la mañana. Luego, como suele ocurrir, hay gente que está afuera o enferma, lo que ha hecho que el resultado de asistencia sea de este 40%», afirmó.
Así se manifestó en su comparecencia posterior a la asamblea, en la que, según destacó, «se ha recuperado el sentido común, el buen camino, y lo que deben ser las asambleas del PSOE, fuera de histerismos y de ganas de enredar (...) Esta asamblea de hoy ha sido tranquila, transparente y clara. Se ha recuperado el camino que en algún momento se había perdido», agregó Boned.
Denuncia ante el juez
Desde el otro sector, el crítico, explicaron que su intención de recurrir a la justicia se debe a que «el cúmulo de irregularidades, desde la anulación del segundo congreso a la composición de la gestora, ha sido tal que sobrepasa todo aquello que puede ser razonable en cualquier proceso abierto transparente y democrático», dijo Campillo.
Entre los motivos, Campillo destacó que «se han hinchado los censos con afiliaciones nuevas y en algunas agrupaciones esto se ha hecho irregularmente», aseguró en referencia a que ahora la federación suma 473 afiliados, 73 más que en el congreso de marzo. También denunciarán que la gestora «no puede» convocar el congreso insular ya que debe hacerlo el Comité Insular y pondrán de manifiesto que Joan Boned, «ha estado ejerciendo de presidente de la gestora sin ser militante de partido» durante al menos dos meses, tiempo en el que había sido dado de baja por no pagar la cuota; una acusación que Boned niega tajantemente.
Asimismo, Campillo aseguró que a pesar de que la gestora abrió expedientes por irregularidades a los críticos Toni Roldán y Javier Pina «aún no ha demostrado nada» y anunció que estudia «la viabilidad jurídica de llevar también a los tribunales el congreso de marzo de manera que todo lo que han dicho y escrito sean capaces de decirlo en sede judicial y no únicamente en la prensa».
En cuanto a las afiliaciones, el líder de los críticos afirmó que «ha habido una avalancha afiliada de manera irregular» formada por «hijos, familias y sus tíos». «No van más allá del ámbito familiar, poniendo en evidencia la falta de contacto social; son incapaces de afiliar a un compañero de trabajo», agregó.
Según los críticos, que quieren que se mantenga el anterior censo del congreso anulado «los afiliados nuevos fueron dados de alta entre el 28 de agosto y 3 de septiembre, y alguno hasta del 21 de septiembre». «Tenemos motivos suficientes para pensar que no es un proceso limpio», agregó Campillo.
Nuevos expedientados
Boned negó todas y cada una de las acusaciones. Según indicó, el sector crítico «empezó haciendo irregularidades claras y manifiestas que provocaron la anulación del segundo congreso ordinario». «Me gustaría ver la cara del juez cuando alguno se presente proponiendo interrumpiendo el proceso congresual de forma cautelar porque en el procedimiento interno se han producido irregularidades que no han sido denunciadas en el propio partido», afirmó Boned, que indicó que si los críticos lo denunciaron primero ante el partido, tal y como aseguraron ayer, son escritos que aún no ha recibido. Aún así, aseguró que «son un poco duros de cabeza» porque ya tienen «resoluciones de estos mismos órganos» que señalan a los críticos como los responsables de las «irregularidades».
«¿Y las afiliaciones?, es curioso, porque en el anterior congreso ordinario alguno [del sector crítico] dio de alta 40 afiliaciones, algunas de familias enteras, y aquellas eran buenas, pero cuando las afiliaciones pertenecen a un sector que no es el denominado crítico, automáticamente dicen que son irregulares», agregó.
El secretario general negó haber estado dos meses de baja como militante del partido por el impago de una cuota, algo que, según indicó, se debió «a un error en el número de cuenta», ya que los cobros se hacen desde Madrid. «No ha habido ningún momento en el que Joan Boned haya estado de baja en el partido en ningún caso, ya les agradaría a algunos», agregó, y señaló que el proceso de convocatoria del congreso se hizo «escrupulosamente» porque la gestora asumió las funciones del comité insular y de la ejecutiva, y por lo tanto «ha hecho todos los pasos» para la nueva convocatoria.
Por último, Boned recordó que Roldán y Pina tienen «propuestas de expulsión del partido» por expedientes que «siguen su trámite» y anunció que antes del congreso del día 27 «se anunciarán uno o dos nuevos expedientes». «Los instructores piden que se abran porque entienden que hay más gente vinculada», concluyó, después de preguntar si los críticos son realmente socialistas. Una pregunta que la exintegrante de la gestora, Pilar Ferrero, se adelantó a responder horas antes pidiendo un turno de palabra en la rueda de prensa que ofreció su sector. «Que sepa quien lleva las riendas del partido en este momento, que nos va a tener como militantes, quieran o no quieran; como moscas cojoneras para impedir todas las tropelías que están llevando a cabo». La guerra está servida.
Los secretarios generales no quieren ser «cómplices de un proceso viciado»
Los tres secretarios generales dieron ayer las razones de las dimisiones que presentarán mañana. Carlos Salinas, el todavía secretario general de Santa Eulària, aseguró que no quiere «ser cómplice de un proceso viciado» y señaló que la gestora «es parcial». «Nos ha ignorado un día tras otro. Nos tratan como si fuéramos enemigos, o como si no fuéramos integrantes de este partido», aseguró, por su parte, Laura Carrascosa, de Sant Antoni. «La gestora liderada por Joan Boned ha incurrido en toda una serie de irregularidades», afirmó también José Luis Rodríguez, de Sant Joan.
«Triquiñuelas» junto al PSIB y Ferraz
Según Pedro Campillo, las nuevas afiliaciones se han hecho «puenteando y buscando las triquiñuelas, en contacto con el PSIB y con la ejecutiva federal de Madrid» cuya Secretaría de Organización ha actuado en «connivencia» con los oficialistas, acusó. Por su parte, Boned defendió que «no fue fácil» presentar las afiliaciones «por la vía ordinaria» debido a la presencia de integrantes del sector crítico en las diferentes agrupaciones, aunque señaló que «hoy por hoy las afiliaciones se pueden hacer por internet» y enviarlas al comité federal para su aprobación o rechazo.