El Govern construyó en su día una serie de carreteras de Eivissa (no solo las autovías) que ahora el Consell tiene que recepcionar para hacerse cargo de ellas. El problema es que todas tienen deficiencias y el equipo de gobierno de la máxima institución insular no está dispuesto a asumir estas vías sin que antes se arreglen estas incidencias. Los servicios técnicos del Consell elaboraron un informe en 2011 hablando de todos estos fallos y aseguraron que previamente a la formalización del acta de traspaso que se prevé en la ley de atribución de competencias a los consells en materia de carreteras y caminos «se tendría que dar una solución a estos aspectos». En concreto, se habla de problemas en la carretera de Eivissa a Sant Josep, en la variante de Santa Eulària y en el segundo cinturón de ronda.
Eivissa a Sant Josep. Los técnicos han detectado defectos en el firme en diversos puntos de la vía. Asimismo, hay dificultades de drenaje por la insuficiencia de sumideros en el primer tramo, el que va de Can Sifre a Can Bellotera, y en otros puntos kilométricos. También falta mejorar accesos y señalización. Por ejemplo, sería necesaria la instalación de señalización vertical de preaviso en la rotonda de Can Burgus.
Segundo cinturón de ronda. También en esta vía hay problemas de firme, como blandones o roderas. En cuanto al drenaje, existen deficiencias en la zona del enlace de Jesús. De hecho, se ha tenido que cerrar en alguna ocasión por acumulación de agua en la calzada. También hay cosas mal hechas en el desagüe de la rotonda de sa Blanca Dona, lo que genera «situaciones de riesgo para los usuarios de la vía». Asimismo, hay dificultades en el paso inferior de Puig d'en Valls, lo que genera verdaderas inundaciones donde se han quedado coches atrapados. En este punto el Consell ha instalado unos semáforos para que los vehículos no puedan pasar cuando hay lluvias fuertes. Esta actuación ha costado 10.300 euros que ahora se reclamarán al Govern.
En el segundo cinturón el Consell también cree que el Govern debería mejorar la señalización y el informe de los técnicos hace especial mención a que sería preciso estudiar la necesidad de obras complementarias como pasos de peatones en Blanca Dona y s'Olivera. También se remarca la necesidad de mejorar la visibilidad del ramal de acceso a la rotonda de Can Misses en sentido Santa Eulària-aeropuerto. Ahora mismo, numerosos usuarios se quejan de que no se ve nada cuando se accede a esta rotonda, lo que provoca sustos y peligrosidad.
Variante de Santa Eulària. En este caso, el informe de los técnicos del Consell solo destaca que hay falta de señalización de los hitos kilométricos y que habría que adaptar el itinerario pra peatones a lo que estipula el decreto de supresión de barreras arquitectónicas.
El resto. Las carreteras del aeropuerto y de Eivissa-Sant Antoni están en régimen de concesión a 25 años, con lo que por ahora están gestionadas por las empresas constructoras y el Consell todavía no se tiene que preocupar por ellas.
Reclamaciones. Otra de las peticiones del Consell es el paso elevado de sa Blanca Dona para que los peatones puedan pasar sin peligro por esta zona, muy transitada por los estudiantes de los centros escolares.
Posible solución. Actualmente el Consell y el Govern están en negociaciones para arreglar todas estas cuestiones. Una de las obras que ya se ha hecho por parte de la institución insular es la colocación de los semáforos en el paso inferior de Puig d'en Valls, debido a la «urgencia» y a «razones estrictas de seguridad del tráfico». Pero, de todas formas, quieren que este dinero lo pague el Govern. Sobre el resto de cuestiones, se ha puesto sobre la mesa la opción de que el Consell recepcione las obras, haga los arreglos que considere oportunos y el Govern los pague, ya que se trata de «defectos de construcción». De momento no se ha llegado a ningún acuerdo y el Consell sigue sin recepcionar las obras de estas tres carreteras.