La alcaldesa de Vila, Marienna Sánchez-Jáuregui, anunció ayer que el atraque para el tráfico marítimo de Formentera no se ubicará finalmente en el muelle viejo o zona del Martillo, como anunció el pasado viernes, sino que se trasladará al muelle comercial. La polémica desatada por la decisión de permitir que en este muelle atraquen barcos de carga mixta [pasajeros y mercancías] como el Nixe, cuando las asociaciones de vecinos y comerciantes y la oposición municipal pidieron que se eliminara el tráfico rodado del puerto con la reforma de la fachada marítima, provocó que la alcaldesa diera marcha atrás en su anuncio del pasado viernes.
Eso así, Jáuregui primero acusó a «algunos medios escritos» de trasladar la opción del muelle viejo como una decisión cerrada, y por ello, «no ajustarse a la realidad de cómo sucedieron los hechos». Según indicó, en la reunión que mantuvo con APB, no se trasladó ninguna determinación en firme sino que hubo un «intercambio de opiniones» en el que el ente portuario se comprometió a hacer un estudio de viabilidad para el atraque de barcos con carga mixta en este muelle. «No se dio ni mucho menos como opción cerrada», insistió Jáuregui, a pesar de que no solo la prensa entendió de sus declaraciones que el muelle viejo era la opción elegida y que el Nixe atracaría allí con un plan de operatividad que redujera su impacto sobre el puerto. También lo entendió así el presidente de la Autoritat Portuària de Balears (APB), José María Urrutia, que el viernes se fue de Eivissa convencido de que ésta era la «decisión» del Ayuntamiento, según afirmó ayer el portavoz de APB. La misma interpretación que hicieron responsables políticos de Formentera, como el delegado del Govern, José Manuel Alcaraz, a quien el propio presidente del Consell, Vicent Serra, que después también negó que la decisión fuera definitiva, le comunicó el pasado vienes que la opción elegida era la del Martillo con el Nixe incluido (ver apunte).
Tras echar culpas, y después de reunirse ayer por la mañana con su equipo de gobierno, y de consultar con los grupos PSOE-Pacte, ExC y Nova-A, que también pusieron el grito en el cielo durante el fin de semana, Jáuregui anunció que hoy se celebrará [a petición de la oposición] un pleno extraordinario para aprobar por «unanimidad» ubicar el atraque de Formentera en el muelle comercial y trasladar esta elección «de forma oficial» a Autoritat Portuària.
A pesar de sus críticas a la prensa, la alcaldesa reconoció que el descontento manifestado por los colectivos afectados también le sirvió para definirse por la opción del muelle comercial. «Si de algo han servido las afirmaciones de los medios es para que los ciudadanos y ciudadanas manifiesten sus preferencias, que no lo habían hecho apenas, aunque habían tenido la oportunidad», indicó sobre la consulta ciudadana que llevó a cabo y en la que, según reconoció, sí participaron los colectivos de la Marina que se quejaron en los medios tras conocer que se mantendría el tráfico de mercancías.
En cuanto al muelle comercial, Jáuregui señaló que APB tendrá que dotarlo de «toda la infraestructura» necesaria, lo que supondrá la construcción de una estación marítima. «Lo que no se quería de ninguna manera era que los pasajeros desembarcaran en el muelle comercial y no tuvieran ningún tipo de infraestructura donde poder estar», aseguró, por su parte, el presidente Vicent Serra, quien indicó que esto sería «tercermundista como pasa en muchos puertos de la península».
La oposición
La portavoz de PSOE-Pacte en Vila, Lurdes Costa, aseguró que «como todos los temas de la ciudad se ha perdido un tiempo precioso». «Podríamos estar empezando las obras si no hubiera habido esta paralización en la toma de decisiones», aseguró Costa, que se alegra de que «al final se opte por el sentir de verdad mayoritario, que es no que haya tráfico rodado en el puerto de Eivissa», algo que se pide «desde hace 20 años». Según Costa, «gracias a las asociaciones de vecinos y comerciantes de las zonas afectadas se evitará el desastre que con el anuncio del viernes pretendía hacer la alcaldesa».
José Manuel Alcaraz: «Me sabe mal que no sepan mantener una decisión más allá de dos días»
El presidente del PP de Formentera y delegado del Govern en la pitiusa menor, aseguró ayer que el presidente del Consell de Eivissa, Vicent Serra, le comunicó el viernes que la opción elegida para el tráfico de la pitiusa menor era el muelle viejo, una decisión que se había adoptado pensando en «el bienestar de la gente de Formentera». «Y también que el barco mixto, que es lo que crea toda la polémica, se trasladaría allí pero que hablarían con ellos (la naviera) para ver si adaptaban un poco los horarios para reducir las molestias», destacó Alcaraz, quien recordó que el puerto de Eivissa «no es ningún capricho sino nuestra salida al mundo». «Creo que se han visto desbordados por la avalancha de críticas. Me sabe mal que no sepan mantener una decisión más allá de dos días», agregó el delegado del Govern, para quien «en una situación como ésta, nosotros (el PP de la pitiusa menor) apoyaremos lo que diga el Consell de Formentera». En este sentido, explicó que pedirán a Autoritat Portuària que tome la decisión «no solo escuchando al Ayuntamiento de Eivissa, sino también pensando en la gente de Formentera» ya sea para mantener la opción del muelle viejo como el actual punto de atraque. Una solicitud que aprobarán en un pleno extraordinario.
Alcaraz advirtió que los formenterenses «se pueden sentir un poco mal por el rechazo a que se trasladen allí».
Autoritat Portuària se entera por la prensa del cambio de decisión
Desde Autoritat Portuària no quisieron hacer valoraciones sobre el cambio de decisión de Vila a la espera de una comunicación oficial, ya que se enteraron del mismo por la prensa. Sí mostraron su sorpresa porque el pasado viernes se fueron de Eivissa «con una decisión» y ayer se despertaron «con las portadas» en las que el presidente del Consell negaba que la opción del muelle viejo fuera la definitiva.