El Aeropuerto de Eivissa ha cerrado parte de sus instalaciones hasta que se inicie la temporada de verano, con el objetivo de ajustar la capacidad del Edificio Terminal al tráfico real de pasajeros y usuarios. Según han informado desde Aena, el número de instalaciones que se mantienen operativas podrá incrementarse, en caso de que fuera necesario.
Así, a través de la instalación de lonas, la zona norte del hall de salidas quedará cerrada, además de la zona sur de la sala de facturación y la zona norte de llegadas. 20 mostradores de facturación, 5 cintas de recogida de equipajes y 8 puertas de embarque quedarán operativas.
El cerramiento se ha realizado de un modo progresivo desde principios de noviembre, adaptando los cierres a las necesidades del nuevo Edificio Terminal. Estas medidas ya fueron aplicadas durante otros inviernos.
Debido a su condición de aeropuerto turístico, según Aena, en el de Ibiza se produce una variación de tráfico considerable entre la temporada de invierno y la de verano. Esta variación supone que, entre los meses de mayo y octubre, se operen el 85% de los movimientos totales del año y pasen por las instalaciones el 90% de los pasajeros.
El cierre de las instalaciones, que se mantendrá hasta el inicio de la temporada alta, supone un ahorro en recursos energéticos, climatización e iluminación.
Con el inicio de la nueva temporada de verano, estas zonas volverán a estar operativas, en función de las necesidades del aeropuerto.