A ritmo de batucada y convencidos de que sí se pueden cambiar las cosas salieron ayer a las calles de Vila más de 300 personas para participar en la protesta convocada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Eivissa (PAH Eivissa), que se sumó así a la movilización en 43 ciudades españolas más.
Los objetivos estaban claros: dación en pago con carácter retroactivo, paralización de los desahucios y fomento del alquiler social. Para reclamar todo ello, la comitiva salió de Vara de Rey y ya en Bartomeu Roselló hizo la primera parada del «via crucis», tal como lo definió Aitor Morrás, portavoz de la PAH Eivissa, para señalar al Banc Sabadell. Más adelante en esta calle se pararon en Bankia y Banco Santander, previo paso por la sede del PP, custodiada en la puerta por dos policías nacionales, donde la música y las pitadas sonaron más fuertes, igual que los gritos de ‘Sí se puede'.