De lentejas a compresas o pañales infantiles. La situación de muchas familias ibicencas es tan dramática que Cruz Roja se ha visto desbordada por la petición de ayuda desde que acabó la temporada baja, sobre todo a partir de noviembre de 2012, pasando de una media de 40 peticiones a unas 120. Los casos archivados en una carpeta que ocupaban cuatro meses, de agosto a noviembre de 2012, ahora sólo tienen espacio para dos meses, diciembre de 2012 y enero de este año. «Mira el volumen de trabajo que tenemos», señala Carolina Corbacho, apuntando a la carpeta de casos. Tal es la situación que estudian replantear los días de entrega de alimentos y kits de primera necesidad, que se entregan cada viernes, ante la avalancha de solicitudes que colapsan Cruz Roja. «Estamos mirando cómo lo vamos a repartir porque esto es un caos», afirma la presidenta de la entidad insular, Catherine Ausseil.
Cada viernes se agota el centenar de bolsas de alimentos y productos de primera necesidad que preparan los trabajadores y voluntarios de Cruz Roja. Sobre la marcha tienen que preparar más bolsas para hacer frente ya que, además de sus usuarios, hay derivados de los ayuntamientos, principalmente de Eivissa y algunos vienen de Sant Antoni, que también recogen la bolsa de alimentos y/o los kits de primera necesidad. El 50% de los usuarios que atienden proceden de los servicios sociales de las instituciones públicas.
La entrega de alimentos se realiza de 10 a 12 del mediodía cada viernes. En el último reparto, el pasado 22 de febrero, acabaron la entrega casi a las tres de la tarde. «Damos números que antes no se daban y la gente ha de esperar fuera por que dentro se monta un tapón», explica Corbacho.
La presidenta de Cruz Roja de Eivissa y Formentera pide más colaboración de la administraciones para hacer frente a esta situación y hace un llamamiento para aumentar el voluntariado. «Es absolutamente necesario tener ayuda, esto nos desborda. Me tienen que ayudar más las administraciones. Dentro de lo que cabe tengo buena respuesta del mundo empresarial, pero no las administraciones y todo el mundo lo sabe. Estoy pidiendo más colaboración del Consell y los ayuntamientos. Esto es una labor enorme y no podemos, no tenemos suficientes empleados ni voluntarios ni capacidad de almacenar».
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