A los veinte años de su jubilación, el ibicenco Mariano Juan ha vuelto al que fue su puesto de trabajo durante 32 años. En 1954 se convirtió en el responsable del faro de n'Ensiola, en Cabrera, y allí inició una nueva vida junto a su mujer y, después, sus hijos.
Mariano Juan volvió al que fue su lugar de trabajo de la mano de Autoritat Portuària con el fin de plasmar y dejar constancia de su vivencia en la página web farsdebalears.org. En su testimonio, Juan relata cómo antes de presentarse a las oposiciones para sacarse la plaza de farero se trasladó hasta Tagomago para que su novia, y después mujer, Eulalia, comprobara si esa vida solitaria y rodeada de luces y agua iba a gustarle. «Aquí no había contacto con nadie, pero era una vida que había que construir. Yo no sabía si vendría destinado a Cabrera o si iría a Tagomago, sa Conillera o a la Península a otro faro. A ella le pareció bien y tiré hacia adelante e hice las oposiciones», apunta Juan en el vídeo relato.