Cerca de mil personas acudieron ayer a la localidad de Sant Jordi para celebrar bajo el sol y las buenas temperaturas la festividad de su día grande.
Todo comenzó con la tradicional misa en la iglesia, oficiada en esta ocasión por el obispo de Eivissa, Vicente Juan Segura, seguida de la procesión con las distintas imagenes, includída la del santo, por las calles del pueblo y el desfile de carros antiguos a cargo de la Associació de Carreteras de Sant Josep de sa Talaia.
Además, se pudo disfrutar con la tradicional exhibición de ball pagès, a cargo de la colla de la localidad que, en esta ocasión compartieron escenerio con los bailes folclóricos de Cuntis, en Pontevedra.
El día también dejó tiempo para que muchos de los presentes pudieran celebrar recordar a Sant Jordi, celebrando el día del libro y comprando algún ejemplar en los tenderetes de libros que había colocados para la ocasión, muchos de ellos gratuitos.