Los datos presentados por la Encuesta de Ocupación de la Federación Hotelera de Ibiza y Formentera (FEHIF) no dejan lugar a dudas: hay muchos turistas en la isla. De hecho, las cifras referentes a la primera quincena del mes de mayo son las mejores de los últimos diez años, con un 22% más de ocupación en la isla y nueve punto más que el año pasado. Pero, ¿se traduce con ventas en comercios y restaurantes la llegada de estos turistas?
Un recorrido por dos zonas de la isla, Santa Eulària y el puerto de Vila, ofrece algunas pistas y una conclusión: mayo ha sido un mes muy inestable a la hora de hacer caja, al igual que su meteorología. Comerciantes y restauradores coinciden en que ha habido «días muy buenos y otros malísimos» y algunos le echan la culpa al tiempo, con bruscos cambios de temperatura y bastantes días nublados. «A los que estamos en la playa esto nos viene muy mal y si a eso le añades el todo incluido el resultado es fatal», explica Susana Otero, una de las responsables del restaurante familiar 4 Pinos, situado en el paseo marítimo de Santa Eulària. Ella se atreve a resumir este arranque de temporada como «uno de los peores», y eso que lleva toda su vida siendo testigo del paso de los turistas por el establecimiento. Muy diferente ve el panorama Roberto Meroni, encargado de una cercana pizzeria, la Mar y Sol. «Va bien, esto es una pizzeria y siempre funciona», asegura. En la villa del río se han llevado el primer premio en cuanto a ocupación hotelera en la primera quincena de mayo.
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