La propiedad del complejo turístico ilegal Casa Lola ha roto en las últimas horas ya tres veces los precintos con cadenas que colocó el jueves el Ayuntamiento de Sant Josep y que impiden la entrada en la finca. Esta medida de restringir los accesos fue ejecutada por el Consistorio tras comprobar que la promotora de la obra, una empresaria marbellí, hacía caso omiso a los precintos que se habían colocado durante semanas para parar los trabajos, incluso aunque el caso fue denunciado ante los Juzgados.
Según explicó el concejal de Urbanismo de Sant Josep, Javier Marí, en la misma tarde del jueves, día en el que se produjo el precinto, la propiedad de Casa Lola rompió dos cadenas de puertas distintas dos veces, que fueron repuestas por la Policía Local una vez a las 15,00 horas y otra vez durante la tarde-noche. Ayer por la mañana se volvió a repetir la operación, con rotura de la cadena y colocación posterior por parte de la Policía Local.
La Policía Local de Sant Josep tiene orden de pasar cada hora o cada dos horas aproximadamente por el lugar para comprobar los precintos, ya que, según Marí, no tienen medios suficientes para tener a una patrulla allí durante todo el día. Cada vez que se procede al precinto se elabora un informe que se manda a la Guardia Civil y de todo ello se dará parte al Juzgado.
Según explicó el concejal de Urbanismo, ahora las cadenas que están colocando son «mucho más gruesas» para que no sean sencillas de quitar. De hecho ahora ya se están utilizando unas que tienen el grosor de «un pulgar». «Lo que queremos es que sea cada vez más difícil cortarlas, esto no se puede romper fácilmente» añadió el regidor.