Muy pero que muy lejos quedan ya aquellos años en los que ayuntamientos como Vila, Sant Antoni o San Josep llegaban a presentar listados de proyectos por uno o dos millones de euros para lograr subvenciones del Plan Insular de Obras y Servicios (PIOS), que gestionaba el Consell d'Eivissa.
Para tener una idea, basta con echar la vista atrás para ver que en 2008, Vila invirtió 350.000 euros en la remodelación del Parc Marià Villangómez de Cas Serres o que Santa Eulària, en 2007, renovó con 868.000 euros el colector de la carretera de es Canar y destinó medio millón de euros a mejorar las instalaciones deportivas de Jesús. Todo ello, financiado entre Gobierno, Consell, Govern balear y ayuntamientos, que hacían que las partidas fueran cuantiosas y los proyectos ambiciosos.
Hoy, de los PIOS, no queda ni el nombre. La desaparición de las ayudas del Estado y del Govern provocó que en 2012 los ayuntamiento ya no recibieran ni un euro. Para solventarlo, aunque sea en parte, este año el Consell decidió reservar en sus presupuestos 250.000 euros y llevar a cabo un plan de cooperación municipal, que repartirá 50.000 euros por cada municipio.