Cáritas ha detectado un aumento de la pobreza extrema en Eivissa. «Se han incrementado los casos de personas que pueden ser drogodependientes, sin recursos, ni familia y que en un momento de crisis como el de ahora se desestructura aún más su vida. Hay casos con familia, pero están en el paro y no pueden apoyarlos», reveló ayer Fina Ribas, responsable de Proyectos en Cáritas.
Durante el año pasado más de 1.200 familias recibieron ayuda del programa de alimentos y eso supone que más de 3.000 personas reciben alimentos. Este año aún no hay datos, pero Ribas cree que «los primeros meses van a seguir en la línea del año pasado, con números espectaculares en la entrega de alimentos que hacen los voluntarios que se desbordaban». Durante la temporada descendió la demanda, pero ahora están expectantes a ver qué sucede.
La pobreza no sacude sólo al inmigrante, el perfil mayoritario de Cáritas en los últimos cinco años, sino que está habiendo un cambio de tendencia y ahora ven «un perfil nuevo» de más casos de españoles, sin ingresos, ni trabajo y sin poder pagar la vivienda, ni recursos. «Desafortunadamente en esta isla no tenemos muchos recursos para atender a este tipo de personas». lamentó Ribas.
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