«No tengo bastante memoria y puedo decir bastantes inexactitudes...» Así comienza el histórico político Miquel Ramón su relato sobre la oficina del número nueve de la Avenida de España de Eivissa, ocupada por el Partido Comunista y después por Izquierda Unida durante prácticamente los últimos cuarenta años.
«Fuimos el primer partido de la Isla que tuvo sede oficial porque aunque el contrato de alquiler se firmó el ocho de marzo de 1976, por seis mil pesetas al mes, creo que ya la ocupábamos mucho antes para celebrar reuniones clandestinas del Partido Comunista, que no estaba legalizado», explica Ramon.
Así, los primeros recuerdos que tiene este político, con casi cuatro décadas de trabajo a sus espaldas, se remontan a los últimos años de la dictadura. «Antes de ser alquilado por nosotros era una oficina de la Agencia de Extensión Agraria y aún recuerdo como si fuera hoy un domingo por la mañana en el que habíamos salido a pegar carteles del Partido Comunista que aún no era legal y la Policía Nacional y la Guardia Civil nos quisieron llevar detenidos justo aquí delante», explica señalando la puerta del portal del edificio.