El conseller de Salut, Martí Sansaloni, confirmó ayer las dimisiones, por motivos personales y sin relación entre ellas, del gerente de Atenció Primària de Mallorca, Frederic Sbert, y de dos altos cargos del IB-Salut, Maria Cano, subdirectora de Enfermería y Curas, y Bartomeu Alcover, secretario general del Servei de Salut.
«Agradezco mucho el trabajo realizado por Frederic Sbert, tanto en el cargo de gerente de Atenció Primària como en los trabajos que ha ocupado desde que empezó la legislatura», afirmó Sansaloni, que explicó las renuncias a los medios de comunicación, acompañado por Sbert.
Sansaloni también agradeció la labor de Cano y Alcover, y anunció que las tres dimisiones han sido aceptadas por la Conselleria y que a lo largo de los próximos días se producirán los relevos.
«Lo que no queremos es que se produzca ningún paro en el trabajo que se está llevando a cabo», puntualizó el conseller, que indicó que tanto Cano como Alcover permanecerán en sus cargos hasta que se nombre a sus sucesores. Sbert, sin embargo, se reincorporará el próximo lunes a su plaza de médico de Urgencias en Son Llàtzer.
Emocionado
Sbert reconoció emocionado que deja la Gerencia de Atenció Primària porque, tanto él como su familia, necesitan un cambio. «He disfrutado mucho de los cargos que he ocupado -director general de Salut Pública i Consum, vicepresidente del IB-Salut y gerente de Atenció Primària- pero necesito volver a la rutina de mi trabajo como médico». El ya exgerente negó que su dimisión tuviera que ver con la investigación por presunta malversación de fondos en el Colegio Oficial de Médicos de Balears, causa judicial que fue archivada en diciembre.
Preguntado sobre porqué dimite ahora y no lo hizo con motivo de los relevos que se produjeron durante la legislatura -Carmen Castro, Antoni Mesquida y ahora Martí Sansaloni-, Sbert apuntó que «abandonar el barco cuando se está hundiendo es muy fácil».
Reacciones
El Sindicato de Enfermería Satse lamentó ayer la marcha de Sbert y Cano, y apuntó que «en un momento marcado por criterios exclusivamente economicistas en la sanidad, en una época y en una conselleria en la que, desgraciadamente, pirman los números sobre las personas» es difícil mantener una buena relación con los mandos de la Conselleria. Sin embargo, destacó el carácter conciliador y dialogante de ambos directivos y consideró sus dimisiones «una mala noticia» para la sanidad pública.