La asociación ecologista Oceana ha calculado que la empresa Cairn Energy emitirá entre 518.400 y 645.000 explosiones de elevada intensidad en los sondeos sísmicos que prevé realizar en el Golfo de Valencia, entre Balears y la Península.
Además, la organización internacional ha presentado sus alegaciones al proyecto con información detallada de los hábitat y especies que se verán afectados. Según confirmaron ayer, estos datos no se incluyen en el estudio de impacto ambiental que presentó la empresa Cairn Energy.
La compañía indicó que los trabajos afectarán a los ecosistemas ubicados entre 200 y 1.350 metros de profundidad, pero «en más de 800 páginas no hay ni una referencia a ellos», alegaron desde Oceana. Incluso se afirma que la zona no comprende hábitat protegidos por la Directiva Hábitats, aunque, según afirmó el director de investigación de Oceana en Europa, Ricardo Aguilar, «la presencia de arrecifes es conocida e incluso se ha encontrado la primera agregación de esponjas piedra del Mediterráneo».
Según la entidad ecologista, hay que tener en cuenta la existencia de unas 180 especies protegidas en el Golfo de Valencia, medio centenar de ellas incluidas en la Lista Roja de la Unión para la Conservación de la Naturaleza. Asimismo, Oceana alega que en el informe ambiental de Cairn Energy se afirma que en la zona afectada solo se practica la pesca comercial de arrastre de fondo, cerco y artes menores, «en cambio no se hace mención a la pesca de palangre». «Esta zona constituye una de las más importantes para la flota palangresa española, dirigida a la pesca del pez españa y diferentes especies de atún».
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