La Cofradía de Pescadores de Ibiza ha capturado en el primer semestre de 2014 un total de 111.607 kilos de pescado, 278 kilos más en comparación con el mismo periodo del pasado año. Estas capturas están valoradas en 850.000 euros, 31.300 euros más en comparación con el primer semestre de 2013.
Así lo ha avanzado a Europa Press el presidente de la Cofradía, Pere Varela, que ha detallado que en los primeros seis meses del año se han efectuado más de 400 salidas. «Es bastante positivo, ya que los números van a la alza, tanto en capturas como en ventas», ha insistido.
El presidente ha recordado que estas cifras se han obtenido con un barco de arrastre menos debido a una avería. «Creemos que el aumento de las capturas es por la gran labor de tres ó cuatro embarcaciones menores que están haciendo muy buena campaña», ha dicho Varela.
La Cofradía cuenta en estos momentos con cuatro barcos de arrastre y 24 de artes menores. Varela ha recordado que este año «notamos al principio el aumento de la pesca de gerret y ahora estamos notando que pescamos más langosta».
«Se están haciendo muy bien las cosas y el año pasado el Consell hizo estudios y nos propusimos hacer bien las cosas y se ha notado mucho», ha insistido.
El presidente ha asegurado que la última subida de precios fue en 2012. «No subimos ni el IPC porque no podemos subir más el pescado», ha lamentado el presidente.
Varela también ha celebrado que este año haya embarcaciones con gente joven y ha lamentado que «hay mucho barco alicantino que viene a pescar marisco y se lo lleva a la península» y, en relación a la pesca furtiva, ha criticado que «los dos inspectores no dan abasto, aunque hay mucha ayuda por parte de la Guardia Civil, pero es muy difícil controlar todas las licencias de pesca».
Moltestos con la propiedad de Tagomago
El presidente de la Cofradía ha recordado que las obras e instalaciones de Tagomago han perjudicado al sector «porque allí hay dos puntos muy buenos para la pesca del gerret y dos puntos de artes tradicionales muy antiguas y nadie los quiere para evitar problemas con la propiedad». «Nos afecta mucho y nadie comprobó el daño a los pescadores», ha lamentado.
Temor a las prospecciones
Además del perjuicio medioambiental que provocarían los proyectos petrolíferos, Varela ha asegurado que el sector «teme las prospecciones porque, si hubiera un accidente, los primeros afectados seríamos nosotros y nos quedarían muy pocos puntos de pesca». «Nos obligan a sobreexplotar lo que no queremos», ha concluido.