Con el verano, las altas temperaturas se disparan en las Pitiüses. El calor invita a quitarse la ropa, bañarse en la playa y exponerse a los rayos del sol, principal factor de riesgo de cáncer de piel. Este tipo de cáncer es el más extendido y frecuente en todo el mundo. Balears, más concretamente Eivissa y Formentera, alcanzan uno de los porcentajes más altos del mundo en este tipo de enfermedades.
El doctor, Luis Cros, presidente del Colegio de Médicos de Eivissa y Jefe de Dermatología en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, se define como «un profesional preocupado» por la salud de la población y por intentar ayudar y solucionar la patología de los pacientes que depositan su confianza en sus conocimientos.
—Balears es uno de los lugares del mundo con más casos de cáncer de piel ¿Cuáles cree que son los motivos?
—Es muy evidente la relación que existe entre el daño solar y la aparición del cáncer de piel. La población pitiusa está expuesta a las radiaciones solares durante muchas horas al día durante todo el año.
—El pasado 12 de junio se conmemoró el Día Mundial del Cáncer de Piel y usted estuvo en una carpa en Vara de Rey con el propósito de crear conciencia e informar a la población sobre cómo prevenir esta enfermedad. ¿Qué balance hace de ese día?
—A lo largo de los años que he estado desarrollando esta actividad, la población es más consciente de la relación del cáncer de piel y el sol aunque a la hora de la verdad siguen exponiéndose al astro, en muchas ocasiones, sin la prevención necesaria. Es decisorio el apasionante dialogo con lo visible. Con esto quiero decir que cuando observas una lesión cutánea pasan por tu cerebro un montón de diagnósticos posibles.
—El porcentaje de cáncer de piel en la Pitiüses es muy alto comparado con el resto del mundo. ¿A qué cree que se debe?
—Por una parte al tipo de piel de la población autóctona y por otra parte a la mayor radiación recibida a lo largo del año.
—¿Cuáles son los indicadores de que algo no va bien en nuestra piel?
—En el momento que vemos que una lesión que tenemos desde siempre, o bien, una de poco tiempo de evolución empieza a experimentar cambios rápidos tanto en su color como en su morfología, sangrado o molestias, como picor o dolor. Estos síntomas son los que nos sirven como diagnóstico precoz y para el profesional una simple inspección ocular bastará.