La guerra contra el Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) se aviva cuando falta un mes para el inicio del segundo curso de su aplicación. A pesar de que la Conselleria d'Educació inisite en comunicar que su aplicación es correcta y que la mayoría de centros desarrollan el proyecto trilingüe sin problemas, docentes e inspectores aseguran que la realidad es muy diferente.
Prueba de las discrepancias que existen es la reacción de los inspectores a las órdenes del equipo de la Conselleria. Durante estos días, la mayoría de inspectores están presentando, de forma individual, recursos de alzada contra el escrito de la Direcció General d'Ordenació, Innovació i Formació Professional del pasado 14 de julio en que se fija el criterio de la Conselleria en relación al equilibrio lingüístico que debe fijarse en los proyectos TIL. Reclaman su suspensión al entender que incurre causas de nulidad.
Equilibrio
La orden establece que los proyectos lingüísticos de los centros cumplen el TIL cuando la diferencia en el número de asignaturas no lingüísticas entre castellano y catalán es igual o inferior a una materia. Los inspectores, por su parte, sostienen que «imponer una igualdad horaria contraviene la Ley de Normalización Lingüística, al tiempo que contradice la necesaria y legalmente establecida autonomía de los centros docentes».
Asimismo, el recurso que presentan los inspectores alega que el establecimiento del criterio interpretativo de la noción de equilibrio lingüístico «se ha llevado a cabo por óganos incompetentes y a través de instrumentos inadecuados, de manera que no es posible modificar las disposiciones reglamentarias vigentes mediante resoluciones, notas u otros actos administrativos».
Los inspectores han denunciado las presiones recibidas por parte de los responsables de la Conselleria para que aprueben los proyectos TIL de los centros para el próximo curso. Unos proyectos que deben ajustarse a unos criterios que no cuentan con la aprobación del cuerpo de inspectores. Por este motivo, en los informes de los proyectos TIL consta el desacuerdo con la interpretación del equilibrio lingüístico establecido, «el cual se aplica por imperativo legal».
Los inspectores sostienen que la mayoría de informes «son negativos» ya que no se adecuan a los criterios de las Conselleria. Estos centros deberán ahora aplicar el proyecto TIl que impone Educació según la resolución publicada el jueves en el BOIB y que no está exenta de polémica.