Circuitos con obstáculos en sillas de ruedas, comer sin utilizar los brazos o hacer de portero de fútbol con los ojos vendados. Estas fueron algunas de las barreras con las que se encontraron los alumnos de la escuela de verano del CEIP Es Vedrà de Sant Josep en la gimcana organizada por el centro con el objetivo de «concienciar a los niños de los problemas que se encuentran las personas con discapacidades, que no pueden oír, ver o caminar», según explicó la monitora Cristina Escandell.
Los juegos, que se realizaron durante toda la mañana, iban dirigidos para niños y niñas de hasta doce años, que se dividieron en varios grupos para ir realizando las diferentes actividades, en una jornada en la que además de aprender se lo pasaron «muy bien».
Durante la mañana, pudieron experimentar por ellos mismos las dificultades ante las que se enfrentan en la vida normal las personas con alguna discapacidad y ponerse en su piel. Para ello, se taparon los ojos con vendas para adivinar qué alimentos se escondían en varios vasos, para hacer de porteros o sortear obstáculos con la ayuda del bastón para ciegos. De esta forma, averiguaron lo complicado que es identificar un alimento solo con el olfato y practicar deporte o caminar sin visión. Aunque también descubrieron las cosas que están en sus manos para ayudar a la gente que lo necesita y las herramientas con las que cuentan para salir adelante. En los talleres, los alumnos del colegio de Es Vedrà aprendieron braille y la lengua de signos, a través del material cedido por la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles), que colaboró de esta forma en esta iniciativa de sensibilización.