A pesar del escrupuloso plan que tenían trazado, los ladrones no lograron llevarse ni un euro, aunque, por el momento, han conseguido escapar. Poco después de zarpar de Formentera rumbo a Eivissa, a la una de la tarde, tres hombres bajaron a la bodega del Posidonia de Balearia y con un soplete se disponían a intentar abrir un agujero en un furgón blindado cuando un marinero que hacía una ronde de rutina les sorprendió. El marinero dio la voz de alarma y los tres ladrones, que al parecer hablaban en español, dejaron las herramientas en el lugar y emprendieron una huida que les llevó hasta la cubierta del barco. Una vez allí se lanzaron al mar y les recogió una lancha semirrígida que seguía la estela del Posidonia y en la que iba un único hombre.
Mientras los responsables del barco de Baleària avisaban a las autoridades, los ladrones, a toda velocidad, pusieron rumbo a la zona de sa Sal Rossa, al final de Platja d'en Bossa, donde esperaba el quinto ladrón con un vehículo preparado para la huida. Allí había varias personas que vieron el desembarco de los cuatro hombres, alguno de los cuales podría ser de nacionalidad británica o alemana, y escucharon gritar a uno de ellos: «¡Actívalo!», lo que hizo pensar que la lancha podría tener incorporado algún tipo mecanismo de autodestrucción que no funcionó destinado a que no quedaran pruebas.
La inspección
En cualquier caso, los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil llegaron a la lancha y pudieron revisarla y buscar pruebas. Al parecer, en la embarcación, que fue inspeccionada por los técnicos en explosivos, había equipos de buceo. Después, los agentes trasladaron la lancha al puerto de Eivissa.
Los testigos que vieron la llegada de la semirrígida explicaron también que los cinco hombres escaparon en un BMW X6 de color blanco, un todoterreno de lujo que podría ser uno de los que fueron sustraídos del muelle de es Botafoc en el mes de julio.
A partir de ese momento, todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado comenzaron la búsqueda de los ladrones.
Cuando el Posidonia llegó al puerto de Eivissa, la Guardia Civil comprobó la identidad de los 55 pasajeros del barco y encontró un todoterreno Range Rover de color negro y matrícula alemana que podría ser de los ladrones. El Posidonia tarda una hora en hacer el recorrido entre Eivissa y Formentera. Desde la naviera explicaron que ayer, además de los 55 pasajeros, el barco cargaba 20 vehículos, entre los que había once camiones.