Una año más, y van nueve, la asociación Dones Progressistes, se concentraron con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia hacia las Mujeres. Fue en el paseo Vara de Rey de Vila.
El acto, en el que participaron más de un centenar de personas, finalizó con la lectura del manifiesto de la entidad, que incidió en la metáfora que entraña el cuento de Caperucita roja.
Manifiesto
«Se ejercen muchos tipos de violencia hacia las mujeres y hoy, a través de la actuación que han realizado las participantes en el Laboratorio Teatral -realizado estos días en Sant Jordi-, hemos querido poner el foco en las agresiones sexuales que sufren las mujeres y en la socialización de las mujeres en el miedo a sufrirlas. Las mujeres somos educadas como ‘Caperucitas', prevenidas para ir por el camino seguro; seguro pero delimitado y constreñido, una prevención que no permite la libre circulación y el disfrute del espacio público, la ‘calle' y la ‘noche' en igualdad de condiciones que los hombres ¿Y quién se ocupa de educar a los hombres para no ser el ‘lobo feroz'?» apuntaba el documento antes de recordar que la violencia machista no es sólo la agresión una vez sufrida si no que empieza en la educación, en ser «educadas en el miedo a ser víctimas de una agresión». Y es que el miedo siempre ha sido un instrumento útil al Patriarcado, es la herramienta que le proporciona la obediencia y sumisión que necesita de las mujeres.
«En este mismo momento, cientos de mujeres están siendo insultadas, vejadas, abusadas, golpeadas, maltratadas por el mero hecho de ser mujer, y eso es algo insoportable...» señalaba el documento justo el año en que se cumplen 10 años de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género; una ley que representó un hito fundamental de la lucha contra la violencia machista pero que, 10 años después, sigue sin desplegarse en su totalidad. No sólo los recortes económicos han hecho mella en su desarrollo, es que la Igualdad entre hombres y mujeres ha dejado de ser una prioridad en la agenda política, y la lucha contra la Violencia de Género y la promoción de la Igualdad van indisociablemente unidas.
Y es que según Dones Progressites, «la Igualdad ha dejado de ser una prioridad en la agenda política y, debido a la asfixia de las hipotecas y la precariedad laboral, también ha dejado de ser una prioridad en nuestra agenda personal».